Los chicos con trastornos de conducta (conductas disruptivas y perjudiciales continuadamente, conductas agresivas y mentiras ) van a requerir casi con toda seguridad una intervención clínica. Además, los trastornos de conducta se asocian con gran frecuencia a problemas educativos y sociales subsiguientes.
Los síntomas del trastorno son, además, conductas sociales que afloran en el contexto familiar, de relación con pares, en el contexto educativo y en otras relaciones sociales más amplias. El origen, mantenimiento y desaparición de los síntomas no puede entenderse independientemente de estos contextos. Procesos biológicos, psicológicos y sociales están implicados en la etiología y el tratamiento de los trastornos de conducta mediante efectos aditivos e interactivos.