jueves, 18 de noviembre de 2010

Acoso Escolar o Bullying. 2010. Maritza Berrios

Su hijo(a) siempre ha disfrutado aprendiendo pero últimamente prefiere evitar ir a la escuela. Dolores de estómago y misteriosas enfermedades aparecen durante la tarde y parecen empeorar a medida que se acerca la hora de ir a la escuela. Es posible que el problema no tenga nada que ver con la digestión o la forma en la que su hijo(a) digirió la cena la noche anterior. Su hijo(a) puede que esté enfermo de preocupación ante un posible enfrentamiento en la escuela con otros niños agresores.
Este tipo de comportamiento agresivo de un grupo de niños se conoce en Inglés como bullying.
Los enfrentamientos en la escuela pueden restar diversión al hecho de ir al colegio- donde suelen ocurrir la mayoría de los enfrentamientos con estos niños (comportamiento agresivo) - y convertir algo tan simple como ir en el autobús escolar, ir al baño, cambiar de salón, o ir al patio, en un episodio temido que se anticipa con preocupación durante todo el día.
Los niños que sufren los enfrentamientos agresivos de otros niños en la escuela generalmente experimentan baja autoestima y depresión, mientras que los niños que propician los enfrentamientos puede que continúen involucrándose en conductas anti-insociables incluso más destructivas cuando llegan a ser adolescentes y adultos. Los niños que se enfrentan a otros (bullies en Inglés), quienes generalmente también han sido víctimas de enfrentamientos por parte de otros niños, puede que ataquen a otros niños para sentirse poderosos, populares o en control de las situaciones. Generalmente, estos niños(as) antagonizan a los mismos niños(as) repetidas veces.
Lamentablemente, el enfrentamiento agresivo en la escuela es un hecho que ocurre en muchos lugares. Según un estudio realizado en 2004 por Kids Health, el 86% de más de 1,200 niños y niñas en edades comprendidas entre los 9 y 13 años admitieron haber visto a niños(as) enfrentados por otros niños, 48% dijeron haber sido víctimas de estos enfrentamientos, y el 42% admitieron haber enfrentado a otros niños(as) al menos de vez en cuando.
Si su hijo(a) es una víctima de este comportamiento agresivo, usted puede ayudarle a reducir su intimidación y miedo escuchando a su hijo y ofreciéndole ayuda. Si su hijo(a) es el agresor, usted debe enfatizar que este tipo de comportamiento es inaceptable, así como hablar sobre las razones que le motivan a enfrentarse a otros niños para terminar con este comportamiento.

Las diferentes formas de enfrentamientos entre los niños



El comportamiento agresivo no es fácil de definir. ¿Dónde debe trazarse el límite entre un intercambio típico entre niños y el comportamiento agresivo? A pesar de que cuando un niño(a) se mete con otro puede propiciar sentimientos de enfado o vergüenza, este tipo de intercambio entre niños puede ser menos hostil e incluso hecho con humor en lugar de daño. Cuando los niños bromean de esta forma entre ellos, hay un intercambio de comunicación entre personas en lugar de un acto de intimidación dirigido hacia una persona solamente.
A pesar de que tener un ojo morado es un signo concreto de que su hijo(a) puede ser la victima de enfrentamientos por parte de un grupo de niños(as), existen diferentes maneras mediante las cuales los niños(as) agresores son difíciles de identificar:
• Comportamiento agresivo en el ciberespacio ("Cyber Bullying ") - un fenómeno relativamente nuevo - comenzó a surgir a medida que las tecnologías de comunicación moderna avanzaron. A través de correos electrónicos, mensajes instantáneos, salas de charla por Internet, y objetos electrónicos como teléfonos móviles con cámara, los agresores en el ciberespacio envían y distribuyen imágenes y mensajes ofensivos. Los agresores utilizan esta tecnología para molestar a sus víctimas a toda hora, en círculos amplios muy rápidamente.
• Comportamiento agresivo emocional puede ser más sutil y puede comprender el aislar o excluir a un niño(a) de ciertas actividades (i.e., evitando a la víctima en el comedor o en las excursiones de la escuela) o circular rumores. Este tipo de agresión es muy frecuente entre las niñas.
• Comportamiento agresivo físico puede acompañar al comportamiento agresivo verbal y comprende comportamientos como dar patadas, golpear, morder, pellizcar, halar el cabello o amenazas de daño físico. 
• Comportamiento agresivo basado en racismo agrede a los niños a base de comentarios racistas, gestos ofensivos o mediante chistes con burlas a las tradiciones culturales de otros niños(as).
• Comportamiento agresivo sexual involucra contacto físico involuntario o comentarios sexuales abusivos o inapropiados.
• Comportamiento agresivo verbal generalmente comprende sobrenombres ofensivos, burlas constantes y reírse a costa de otros niños(as).
A pesar de la noción común de que los comportamientos enfrentamientos agresivos son un problema que ocurre generalmente en los niños, este problema ocurre tanto en los niños como las niñas. Ambos, tanto los niños como las niñas lo manifiestan en diferentes grados. Las niñas tienden a herir a un nivel emocional. Por ejemplo, pueden aislar a sus victimas excluyéndolas de los arreglos para sentarse en el comedor escolar, ignorándolas en el patio de juego, o rehuyéndolas a la hora de repartir invitaciones para reuniones en casa de las amigas que incluyen quedarse a dormir.
Los niños no son tan sutiles y pueden agredir mediante acciones físicas. Por ejemplo, los niños son más adeptos a insultar a sus victimas en el patio de juegos en lugar de ignorarlas. En lugar de aislar a un compañero que no sea atlético durante un juego de esquivar la pelota en el gimnasio, los niños agresores puede que no dejen tranquila a su víctima tomándola como objetivo para lanzarle bola tras bola.

¿Por qué los niños(as) se enfrentan de este modo?

Existen muchas razones por las que los niños(as) pueden convertirse en niños(as) agresores. Frecuentemente, seleccionan a las personas que son diferentes a ellos(as) para después explotar al máximo estas diferencias. Ellos(as) eligen a victimas que a su parecer serán incapaces de tomar represalias. Este tipo de victimas seleccionadas como objetivos de ridículo, incluye a niños con sobrepeso, quienes usan gafas o espejuelos, o aquellos con diferencias físicas como orejas grandes o problemas de acné. Pero estas diferencias puede que no sean solamente físicas. Los niños que aprenden a una velocidad diferente o tienen inseguridad o ansiedad también pueden ser objeto de enfrentamientos.
Los niños(as) agresores también adoptan este tipo de comportamiento como una forma de lidiar con situaciones difíciles en su hogar, como por ejemplo un divorcio. Los niños(as) agresores puede que no se den cuenta de la medida en que sus actos pueden herir a otros niños(as), mientras que otros niños sí son conscientes de ello ya que lo han experimentado en carne propia tras haber sido agredidos por otros niños. Algunos agresores piensan que su conducta es normal porque ellos vienen de familias en las que sus miembros generalmente se enfadan entre sí mediante insultos y gritos. De esta forma, repiten lo que ya conocen. Y al igual que sus victimas, los niños(as) agresores también son víctimas de baja autoestima.
Independientemente de la causa, los niños agresores generalmente agreden verbalmente a otros niños(as) como un modo de lidiar con sus propios problemas. Algunas veces, estos niños (as) se meten con otros niños porque necesitan una victima - alguien que parezca emocionalmente o físicamente más débil que ellos(as)- para intentar ganar aceptación y sentirse más importantes, populares o en control. Aunque algunos niños(as) agresores son mayores o más fuertes que sus víctimas, este tipo de niños(as) no se limita a este tipo de rasgos.

¿Cuáles son los síntomas de que un niño(a) está siendo agredido por otros niños(as)?

Obviamente, las marcas y los moretones, son signos de que su hijo(a) está siendo agredido físicamente, pero usted también puede estar pendiente de otros síntomas que no son tan obvios, como por ejemplo:
• Inventar enfermedades misteriosas para evitar ir a la escuela (dolores de estómago, dolores de cabeza, etc.)
• Perdida de útiles personales o dinero
• Trastornos del sueño
• Mojar la cama
• Irritabilidad
• Poca concentración
• Cambios inesperados en la rutina
• Problemas con los deberes escolares
Ser agredido por otros niños(as) también puede tener consecuencias a largo plazo, afectando a los niños(as) en el desarrollo de sus relaciones como adolescentes y adultos e incluso influenciando la aparición de problemas más serios como abuso de sustancias tóxicas y depresión. Además, las victimas de este tipo de agresiones por parte de otros niños, son más proclives a manifestar conductas de aislamiento como la ansiedad y la depresión.

Cómo ayudar a su niño(a) si está siendo agredido por otros niños

Ser un buen oyente es una de las mejores formas de calmar a su hijo(a). Tan solo hablar del problema y hacerle saber que a usted le importa lo que le ocurre puede ayudar. Puede que su hijo(a) se sienta vulnerable mientas conversan sobre cómo ha sido agredido y cómo se siente al respecto, así que es importante que usted le demuestre su amor y su apoyo. Si usted está al tanto de que su hijo(a) ha sido agredido, no añada al problema disgustándose al respecto. Aunque es entendible que usted se sienta disgustado(a), tenga cuidado de que su hijo(a) no sea testigo de su actitud. Su tristeza puede interpretarse como una desilusión. Asegúrese de legitimar los sentimientos de su hijo(a) - en lugar de minimizarlos. Usted también debe reafirmar a su hijo que él o ella no tienen la culpa de este tipo de agresiones. Explíquele que los niños agresores generalmente están confundidos o infelices porque no se sienten bien consigo mismos. También considere preguntarle a su hijo(a) lo siguiente:
• ¿Qué ocurre cuando camina desde la parada de autobús hasta la casa al volver de la escuela?
• ¿Qué ocurre mientras viaja en autobús de la casa a la escuela y viceversa?
• ¿Qué ocurre en el patio de juegos durante el recreo o antes o después de asistir a clases?
• ¿Qué ocurre en los pasillos de la escuela durante la hora de almuerzo?
• ¿Le han amenazado algún grupo de niños(as) o alguien que conozca en el vecindario o en la escuela?
• ¿Conoce a niños(as) que reciban correo electrónico, mensajes instantáneos o mensajes de texto que causen disturbios, amenacen o insulten?
Este enfoque puede que facilite el que su hijo(a) hable sobre los grupos de niños(as) que lo enfrentan ya que no es un demasiado personalizado y enfatiza que otros niños(as) también enfrentan situaciones similares. Los trabajos de arte y dibujos o muñecos tipo marionetas pueden provocar que las víctimas mas jóvenes hablen sobre los niños(as) que se meten con ellos. Otros niños, puede que hablen con mayor facilidad con preguntas directas, como por ejemplo preguntándoles sobre sus amigos y enemigos. Sin embargo decirle a su hijo(a) que debe de hacer cuando otros niños(as) se enfrentan a él puede ser otra historia. La encuesta nacional en los Estados Unidos KidsHealth KidsPoll demostró que un 46% de los niños(as) que participaron en el estudio dijeron haber sido enfrentados y haber respondido peleando físicamente con los niños(as) que los enfrentan, una solución que puede empeorar las cosas. Los niños(as) en el estudio fueron más propensos a decir que estaban dispuestos a defenderse peleando (53% de los niños vs. 38% de las niñas), mientras que las niñas fueron más propensas a decir que hablarían con un adulto sobre el tema (32% de las niñas vs. 19% de los niños). La clave para ayudar a su niño a lidiar con los niños (as)) que se enfrentan a ellos es ayudarles a recuperar su dignidad y su autoestima lesionada. Para ayudarle a mantener a los niños(as) agresores lejos de su hijo(a), usted puede darle a su niño(a) los siguientes consejos:
• Controlar el enfado. Es natural querer reaccionar con gran disgusto cuando un niño(a) quiera agredir, pero eso es exactamente la reacción que este tipo de niños(as) agresores está buscando. Una reacción agresiva no solucionará el problema, más bien lo empeorará. Los niños(as) agresores quieren tener el control sobre las emociones de otros niños(as). Cada vez que obtienen una reacción del niño(a) al que agreden, añade leña al fuego a su capacidad de agredir - reaccionar disgustado solamente hace sentir al agresor más poderoso.
• Evitar reaccionar con violencia física. Haga énfasis en que su hijo(a) nunca debe utilizar la fuerza física (como patalear, golpear o empujar) para lidiar con un niño(a) agresor. Esta reacción demuestra enfado y nunca se sabe cómo responderá el agresor. Dígale a su hijo(a) que es mejor estar al lado de otros niños, permanecer seguros y buscar ayuda de una persona adulta.
• Actuar con valentía, alejarse de la situación e ignorar al Agresor. Dígale a su hijo(a) que mire a su agresor a los ojos diciendo palabras como "Quiero que dejes de molestarme ahora mismo". Aconséjele a su hijo(a) a que se aleje de la situación ignorando futuras provocaciones. Motive a su hijo a que "camine erguido" con la frente en alto (este tipo de lenguaje corporal comunica el mensaje de que su hijo(a) no es vulnerable). Los correos electrónicos y los mensajes de los niños (as) agresores se fortalecen con las reacciones que desencadenan, y el alejarse de sus provocaciones o el ignorar mensajes hirientes y ofensivos, su hijo(a) le estará comunicando a su agresor que a él o a ella no les importan sus provocaciones. Tarde o temprano, el niño(a) agresor se cansará o se aburrirá de tratar de molestar a su hijo(a).
• Utilice el humor. Si su hijo(a) está en una situación en la que tiene que lidiar con un agresor y no puede alejarse manteniendo la compostura, dígale que haga uso del sentido del humor o que halague a su agresor con un cumplido para sorprenderlo repentinamente. Sin embargo, aconseje a su hijo(a) a que nunca utilice el sentido del humor para burlarse de su agreso.
• Hablar con un adulto. Si su hijo(a) está siendo enfrentado por niños(as) agresores, hágale saber que es importante contarle a un adulto lo que está pasando. Los profesores, principales de las escuelas y el personal que trabaja en el comedor de la escuela pueden ayudar a detenerlo. Los estudios demuestran que las escuelas que se ocupan de este tipo de problemas tienen menos incidentes de este tipo.
• Hablar sobre el tema. Puede que ayude si su hijo habla con un consejero en la escuela, con un maestro o un amigo - la persona que pueda proveer a su hijo(a) el apoyo que necesite. Hablar puede ser una buena solución para los miedos y las frustraciones que pueden surgir cuando su hijo(a) está siendo enfrentado por otros niños.
• Utilice un sistema de apoyo entre compañeros. Reunir ayuda de amigos o de un grupo puede ayudar tanto a su hijo(a) como a otros niños(as) a enfrentarse a los agresores. Este tipo de niños busca el reconocimiento y el poder, después de todo, gran parte de los enfrentamientos tienen lugar alrededor de otros niños. Si el niño(a) agresor se mete con otro niño(a), dígale a su niño(a) que le diga al agresor que su conducta es una forma inaceptable de tratar a otra persona. Esto puede dar resultado especialmente en cierto tipo de situaciones (i.e. cuando un miembro del círculo de amigos de su hijo(a) comienza a meterse con uno de los niños(as) a su alrededor). Dígale a su hijo(a) que haga planes de formar equipo con uno o dos amigos(as) de camino a la escuela, en el autobús, en los pasillos o en los recreos para almorzar -donde quiera que su hijo(a) piense que podrá encontrar al agresor. Dígale a su hijo(a) que se ofrezca para hacer lo mismo por un amigo que esté siendo agredido por otro niño(a). Cuando una persona se expresa abiertamente en contra de un niño(a) agresor, ayuda a que otros se unan para apoyarlo y expresar también su opinión.
• Desarrolle amistades uniéndose a organizaciones sociales, clubs o programas de deportes. Motive la visita de otros niños(as) a su casa para que jueguen con los suyos. Estar en un grupo con otros niños puede ayudar a que su hijo(a) fortalezca su autoestima poniendo a su alcance un grupo más grande de amistades positivas con las que podrá pasar su tiempo y contar con su apoyo.
Obviamente, usted puede que tenga que intervenir en los casos donde las agresiones de niños(as) hacia su hijo(a) sean persistentes. Este tipo de intervenciones puede incluir caminar a la escuela con su hijo(a) y hablar con los maestros, consejeros en la escuela, o directores. La seguridad de los niños(as) debe ser una preocupación para todos. Si usted ha intentado todos los métodos detallados anteriormente y todavía siente la necesidad de hablar con los padres del niño(a) agresor, es mejor que lo haga dentro del contexto de la escuela, donde un oficial como un consejero pueda ejercer como mediador.

Si su hijo es el agresor

Enterarse de que su hijo es el agresor puede sorprenderle. Pero es importante permanecer en calma y evitar actuar a la defensiva, ya que esto puede empeorar la situación. Usted puede tener un mayor impacto si usted expresa a su hijo(a) su desilusión -en lugar de su disgusto.
Debido a que agredir a otros niños(as) generalmente surge de la infelicidad y la inseguridad, intente descubrir si algo está molestando a su hijo(a). Los niños(as) agresores no son muy propensos a confesar su conducta, pero usted debe de intentar que su hijo hable haciendo preguntas específicas directas, como por ejemplo:
• ¿Cómo te sientes contigo mismo?
• ¿Cómo crees que van las cosas en la escuela y en la casa?
• ¿Hay niños(as) que te agraden?
• ¿Te llevas bien con otros niños en la escuela?
• ¿Cómo tratas a otros niños(as)?
• ¿Cómo te sientes cuando te consideran un niño(a) agresor?
• ¿Por que crees que eres un niño(a) agresor?
• ¿Qué podría ayudarte a dejar de agredir a otros niños?
Para llegar al fondo de lo que motiva a que su hijo(a) ataque a otros niños(as) puede que usted quiera hacer una cita con el consejero de su hijo(a) o un experto en salud mental en la escuela (el doctor de su hijo(a) debería poder recomendarle a la persona indicada).
Si usted sospecha que su hijo(a) es un agresor, es importante que se ocupe del problema y trate de solucionar este tipo de conducta hiriente en su hijo(a). Después de todo, este tipo de agresiones se consideran conductas violentas y antisociales en la medida en que el niño(a) agresor crece. De hecho, uno de cada cuatro niños(as) agresores en la escuela elemental terminan con un record criminal cuando llegan a los treinta años. Algunos niños(as) agresores también terminan siendo rechazados por sus compañeros y pierden amistades a medida que crecen. Los niños(as) agresores también pueden ser propensos a fallar en la escuela y no llegar a obtener el éxito personal en relaciones o en el ámbito profesional que otras personas disfrutan.

Ayudando a que su hijo deje de agredir a otros niños(as)

Aunque no todos los problemas de agresión nacen a partir de problemas familiares, es una buena idea examinar el comportamiento y las interacciones personales que su hijo(a) ve en el hogar. Si su hijo(a) es constantemente provocado por sus hermanos(as) o uno de sus padres o si se dirigen a él o ella con sobrenombres, esto podría provocar conductas agresivas o hirientes fuera del hogar. Lo que pueden parecer bromas en casa generalmente sirven como modelo de conducta para agredir a otros niños(as). Los niños(as) víctimas de estos enfrentamientos aprenden que esto se traduce en control sobre los niños(as) que estos perciben como débiles.
Las bromas personales constantes - independientemente de que ocurran en la casa o en la escuela- también pueden afectar su autoestima. Los niños(as) con baja autoestima pueden crecer emocionalmente inseguros. También pueden terminar culpando a otros por sus errores. Hacer que otras personas se sientan mal por medio de agresiones comportamiento agresivo puede dar a ciertos niños(as) un sentido de poder. Por supuesto, habrá momentos donde habrá que enfatizar críticas constructivas, como por ejemplo, "Contaba contigo para que sacaras la basura y debido a que te olvidaste, tenemos que aguantar el mal olor en el garaje durante una semana". Pero tenga cuidado en no dejar que sus palabras terminen criticando a la persona en lugar del comportamiento: "Tú eres flojo. Apuesto que finges olvidar tus quehaceres para no ensuciarte las manos." Concéntrese en la conducta que considera inaceptable en lugar de la persona. El hogar debe ser un refugio seguro donde los niños(as) no estén expuestos a críticas fuertes e incomodas por parte de la familia y sus seres queridos. Además de mantener una atmósfera positiva en el hogar, existen otro tipo de formas de motivar a que su hijo(a) deje de agredir verbalmente a otros niños(as):
• Enfatice que agredir verbalmente a otros niños(as) es un problema serio. Asegúrese de que su hijo(a) entiende que usted no tolerará este tipo de conducta agresiva hacia otros niños(as) y que hacerlo tendrá consecuencias en casa. Por ejemplo, si su hijo está agrediendo a otros a través de la Internet, suprima el acceso a la tecnología que emplea para que sus agresiones lleguen a otros (i.e., computadoras, teléfono celular, mensajes de texto o envío de fotos). O de instrucciones a su hijo para que utilice la Internet para investigar sobre este tipo de agresiones y tomar nota de estrategias para reducir este tipo de comportamiento. Otros ejemplos de disciplina incluyen restricciones en los horarios de salida de su hijo(a) si este tipo de agresiones ocurre fuera del hogar, restitución de privilegios permitiendo la oportunidad de ganarlos de nuevo según su conducta, requerir que su hijo(a) participe como voluntario para ayudar a los más necesitados.
• Enseñe a su hijo(a) a tratar a las personas que sean diferentes con respeto y consideración. Enseñe a su hijo(a) aceptar, en lugar de ridiculizar las diferencias (i.e., raza, religión, apariencia, necesidades especiales, género, estatus económico). Explíquele que todo el mundo tiene derechos y sentimientos.
• Descubra si lo amigos de su hijo(a) también están agrediendo verbalmente a otros niños(as). Si éste es el caso, busque a un grupo de intervención a través del director de la escuela de su hijo, consejero de la escuela y/o sus maestros.
• Establezca límites. Detenga cualquier tipo de agresión inmediatamente y ayude a que su hijo(a) aprenda formas no violentas de reaccionar.
• Observe cómo su hijo(a) interactúa con otros niños(as) y halague comportamientos apropiados. Las críticas positivas son más eficaces que la disciplina.
• Hable con el personal de la escuela para ayudar a que su hijo(a) cambie su comportamiento. Asegúrese de mantener contacto con el personal de la escuela para lograr este objetivo.
• Fije metas realistas y no espere cambios inmediatos. A medida que su hijo aprende a modificar su conducta, asegúrese de repetirle que usted lo quiere como persona -enfatizando que lo que no le gusta es su comportamiento.

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