Resumen
Las investigaciones muestran que droga y delincuencia aparecen frecuentemente asociados, siendo una práctica habitual entre los menores infractores el consumo de distintos tipos de sustancias. A su vez, existen ciertas características psicosociales que están relacionadas tanto con el consumo de drogas como con la conducta delictiva y/o antisocial. Nos planteamos por tanto en este estudio profundizar sobre la relación entre el consumo de drogas en menores infractores y ciertas variables del ámbito psicosocial de este colectivo. Para conseguir este objetivo se ha analizado el total de expedientes de menores infractores archivados en el Servicio de Justicia Juvenil de la provincia de Jaén, desde 2001 hasta 2010. De los expedientes consultados se han analizado variables demográficas como el género y la edad, así como variables de tipo psicosocial como son el consumo de drogas, conducta violenta, grupo de iguales, el autocontrol, la tolerancia a la frustración y el estilo atribucional. Los resultados muestran que la mayoría de los menores infractores consumen algún tipo de sustancia, así como la existencia de diferencias en el patrón de consumo en función del género. También se observa que existe relación entre el consumo de sustancias y pertenecer a un grupo de iguales desviado, la conducta violenta y las variables psicológicas mencionadas, así como diferencias en estas variables psicológicas en función del tipo de droga consumida
Abstract
Research shows that drugs and delinquency are frequently linked, the abuse of various types of substance being a widespread practice among young offenders. At the same time, some psychosocial characteristics are associated with both drug abuse and criminal/antisocial behavior. To help us explore the relationship between young offenders’ drug abuse and certain psychosocial variables, we examined closed judicial files on young offenders from the Juvenile Justice Service in Jaén (Spain) corresponding to the period 2001 to 2010. From the contents of these judicial files we analyzed demographic variables such as gender and age, as well as psychosocial variables such as drug abuse, peer group, violent behavior, self-control, tolerance to frustration and attributional style. The results show that most of the young offenders use some type of drug, as well as revealing differential patterns of use according to gender. Also observed is a link between drug abuse and deviant peer group, violent behavior and the above-mentioned psychological variables. Finally, we found some differences in these psychological variables depending on the type of drug used
La conducta delictiva juvenil ha sido ampliamente investigada desde el ámbito científico (Andrews y Bonta, 2006; Lösel y Bender, 2003; Simoes, Matos y BatistaFoguet, 2008). Existe un acusado interés por determinar cuáles son los factores y circunstancias que propician que un adolescente comience a mostrar conductas infractoras. Esta extensa investigación ha resultado en múltiples propuestas para explicar este tipo de comportamientos, formulándose diversas teorías desde diferentes perspectivas y enfoques científicos. Parece claro que no existe una única explicación para este fenómeno, de forma que son múltiples los factores vinculados a la conducta delictiva, siendo ésta en la mayoría de las ocasiones el resultado de interacciones dinámicas entre las diversas variables.
Una de las variables que en este sentido ha recibido más atención es el consumo de drogas en cuanto a su relación y/o influencia recíproca sobre este tipo de comportamientos. Droga y conducta antisocial y delictiva aparecen frecuentemente asociadas en diferentes investigaciones (Mulvey, Schubert y Chassin, 2010; Muñoz, Graña, Peña y Andreu, 2002; Simoes et al., 2008), encontrándose un patrón consistente de consumo de diferentes sustancias en los menores infractores y con conductas antisociales (Crespo, Perles y San Martín, 2006; Llorens, Palmer y Perelló del Río, 2005; Olivan, 2002; San Juan, Ocáriz y Germán, 2008). Según Loeber (1988) se produce un incremento en paralelo en el consumo de drogas y conducta antisocial, siendo este consumo más probable si la conducta antisocial iniciada durante la infancia persiste durante la adolescencia (Kandel, 1982). Cuando la conducta antisocial aparece a edades tempranas, y continúa en el comienzo de la adolescencia, puede ser considerada como un potente predictor de abuso de determinadas sustancias (Loeber, 1988). En otros estudios, los resultados muestran una relación a la inversa entre estas dos variables, puesto que se ha encontrado que la edad de inicio del consumo de sustancias es una variable predictiva de futuros consumos y actos violentos, de forma que los jóvenes que muestran conductas violentas comienzan a consumir drogas a edades más tempranas (Rivero, Marín e Infante, 2002). En cuanto a la influencia del género a la hora de consumir drogas, los estudios realizados con población adolescente general, indican que existen diferencias en cuanto al patrón de consumo de sustancias entre chicos y chicas. En este sentido, se ha observado que los chicos consumen en mayor proporción que las chicas todas las drogas ilegales, aunque en el consumo de drogas legales como el tabaco aparece un mayor número de consumidoras (Calvete y Estévez, 2009; Llorens et al., 2005; Observatorio Español sobre Drogas, 2009).