-actos
que suponen quebrantamiento de la ley.
-todos
los estudios demuestran que la gran mayoría de delitos no llegan a tribunales.
-muchos
adolescentes que cometen delitos que podrían ser procesados nunca figuran en
las estadísticas criminales.
-profesionales
clínicos Psicólogos y Psiquiatras tienden a
referirse a categorías diagnósticas como”trastorno hostil/desafiante,
trastorno de conducta y trastorno de personalidad antisocial” (DSM IV). Están
lejos de ser sinónimo de delito.
-mucho
de estos adolescentes que son objeto no muestran deterioro social y disfunción
psicológica (la medida puede causarla).
-esta
claro que la conducta antisocial o infractora comienza durante la niñez antes
que pueda ser procesado.
-nos
referiremos al periodo entre los 10 y 18 años.
-
en los últimos 20 años ha habido un considerable aumento en el conocimiento
empírico relativo a la naturaleza de la delincuencia, sus causas, los factores
que influyen en la perpetuación en la vida adulta y su prevención y
tratamiento.
-las
teorías del delito basadas en la idea de una sola serie unificadora de factores
causales han caído en descrédito, cada vez se presta mayor atención a los
orígenes de las diferencias individuales (factores de riesgo y protectores).
-la
psicología la psiquiatría, la sociología y la criminología han contribuido con
un notable avance en el conocimiento del problema.
-cuando
son muy jóvenes (niños o pre adolescentes) que posteriormente desarrollan
repetidas actividades antisociales tienden a ser superactivos, de conductas
indisciplinadas, hostiles, y tienen dificultad para llevarse bien con los demás
niños.
-tienden
a ser impulsivos y a estar deseosos de buscar experiencias nuevas y excitantes.
-tienen
mas inclinación que los demás a mostrar sentimientos de infelicidad, a tener
dificultad con la lectura y consumir drogas ilegales.
-cuando
estos rasgos persisten al final de la adolescencia y en la edad adulta temprana
adoptan a menudo la forma de excesos, historia laboral irregular, dificultades
en las relaciones familiares y sociales, tendencias contraer deudas, responden a la frustración con violencia.
-biología
y conducta, ha habido un avance científico en desechar el viejo esquema que
sostenía que lo biológico determinaba la
conducta, hoy en día se trabaja con una compleja interacción de doble dirección
entre psiquis y soma.
-los
procesos del pensamiento y las emociones y las tendencias de la conducta no
aparecen fuera del cuerpo.
-cuando
alguien se siente preocupado y asustado esto ira acompañado de aumento de
pulsaciones, la sudoración y la segregación de determinadas hormonas.
-la
transferencia de los efectos de las experiencias se puede realizar a través de
estilos de pensamiento o procesamientos cognitivos o conceptos del yo, pero de
alguna manera u otra habrá en el sustrato biológico alguna alteración.
-si
se elevan artificialmente de una u otra manera las hormonas sexuales
masculinas, esto tendrá efecto mensurables en ciertas conductas como el
dominio.
-durante
la adolescencia temprana, los pensamientos de los jóvenes tienden a hacerse más
abstractos, multidimensionales, auto reflexivos y concientes de sí mismo, con
una mejor comprensión de los conceptos relativos.
-son
mas capaces de tener en cuenta diferentes dimensiones de un tema al mismo
tiempo y generar así mas alternativas en su toma decisiones.
-se
vuelven más capaces de seguir su propio pensamiento buscando incongruencias,
lagunas en su información y la precisión de su lógica.
-la
mayor sofisticación intelectual que sobreviene durante los años de la
adolescencia va acompañada de avances, relacionados con ellos, en la manera en
que los jóvenes piensan en sí mismo.
-durante
la adolescencia hay un marcado aumento de la introspección emocional junto a
una mayor tendencia a mirar hacia atrás con nostalgia y a mirar hacia delante
con aprensión.
-los
jóvenes no solo se vuelven cada vez más capaces de considerar las consecuencias
a largo plazo de sus acciones, sino que también tienden a pensar en dichas
consecuencias más en términos de su propio sentido de la responsabilidad y con
mayor conciencia de los efectos de sus acciones para otras personas.
-hay
avances en la capacidad de los niños de rememorar acontecimientos, de recordar
el momento en que han pasado las cosas, de entender las preguntas y de
resistirse a la influencia de los adultos.
-hay
disminución en la sugestiónabilidad y susceptibilidad de los niños a la manera
en que los adultos les preguntan les haga cambiar de opinión.
-importantes
cambios evolutivos en la capacidad de los niños para sentir culpabilidad y
vergüenza.
-la
culpabilidad supone la apreciación de la responsabilidad por consecuencias
negativas resultantes de actos, bien de comisión, bien de omisión.
-la
vergüenza se asocia con sentimientos
negativos sobre uno mismo sobre la base de una autopercepción de ser
indigno o malo.
-hay
pruebas de que la capacidad de los niños de expresar la culpa aumenta con la
edad.
-los
niños pequeños se dan cuenta, desde luego, de cuando han hecho algo malo, pero
la manera en la que piensan en ello varia conforme crecen.
-los
mayores son capaces de utilizar principios internos de justicia y se preocupan
por las victimas y por las malas acciones, mientras que los niños pequeños
tienden a estar más regidos por el miedo al castigo si son descubiertos.
-los
años de la adolescencia constituyen asimismo el periodo de edad en que se
producen marcados cambios en los trastornos emocionales.
-los
trastornos depresivos se hacen mucho más
frecuentes a esta edad. Perdidas reiteradas de todo tipo.
-los índices de suicidios y de intentos de
suicidio aumentan espectacularmente.
-es
probable que las razones del aumento sean complejas y en cualquier caso se
comprenden insuficientemente, es
probable que parte de la explicación se encuentre en los cambios relacionados
con la edad que tienen lugar en la
capacidad de los jóvenes para experimentar la culpabilidad y echarse la culpa a
sí mismos y con su propensión a pensar en las consecuencias a largo plazo de
sus acciones y su situación vital.
-
los avances en las capacidades intelectuales y en emociones se derivan en parte
al continuo desarrollo cerebral (que se alarga hasta bien entrados los años de
la adolescencia) y en parte de la experiencia de la vida.
-durante
la adolescencia tiene lugar también la importante transición biológica de la
pubertad, junto con los constante cambios hormonales que supone y sus
implicaciones en la conducta y los sentimientos.
-no
hay una edad única a la cual se pueda decir que el desarrollo físico y mental
haya llegado a la madurez. Además hay notables diferencias en cuanto a la
sucesión temporal.
-esta
variación es extremadamente evidente con respecto a las principales diferencias
en la edad a la que los jóvenes llegan a la pubertad, pero esto es
característico de todos los aspectos del desarrollo.
-en
consecuencia, cualquier decisión sobre cómo hay que tratar a los jóvenes debe
tener en cuenta esta variación individual.
-los
niños y adolescentes tienen una capacidad menor, en comparación con los
adultos, para pensar en términos de las consecuencias a largo plazo de sus
acciones, de reflexionar sobre su conducta y sus efectos sobre los demás y para
experimentar sentimientos de culpa.
-es
justo decir que es habitual que la mayoría de los jóvenes se vean implicados en
algún momento en una conducta no permitida legalmente, por ejemplo, beber por
debajo de la edad permitida, hurtos menores en tiendas, comprar cigarrillos o
experimentar con drogas blandas.
-no
es infrecuente que los jóvenes tengan problemas con la policía por conductas de
este tipo, aunque la mayoría de los que lo hacen tienen solo un contacto informal o pasajero.
-una
importante minoría de jóvenes, sin
embargo, llegará a tener antecedentes penales en algún momento de la adolescencia.
-solo
si observamos en un continuo la conducta infractora obtendremos mas información
con respecto a las diferencias entre infractores y no infractores.
-la
reciente investigación sobre diferentes tipos de conducta delictiva y
coincidencias con otros problemas está empezando a hacer pensar que
determinadas distinciones (edad, hiperactividad, f. riesgos v/s protectores
etc) categóricas pueden ser útiles. No falta sin embargo la polémica en torno a
estas distinciones.
-la
mayoría de los delincuentes juveniles tienen solamente unas pocas condenas;
esta ampliamente aceptado que los pocos que son muy reincidentes representan
una elevada proporción de las infracciones (85%).
-en
los reincidentes se observa problemas educativos, niveles de integración social
bajos, rupturas familiares, historia en centros de menores, dificultades
evolutivas, entre ellas hiperactividad.
-es
totalmente inverosímil que los efectos genéticos actúen directamente sobre la
delincuencia.
-no
hay ningún gen del crimen ni es en absoluto probable que se pudiera llegar a
encontrar.
-no
es solo que la conducta antisocial esté social y legalmente definida, sino que,
los efectos genéticos sobre unas conductas determinadas por una multiplicidad
de factores actúan de manera pirobalística (esto es, los efectos incrementan la
probabilidad de que estas conductas tengan lugar, pero el hecho de que se
produzcan o no realmente dependerán de una serie de otros factores).
-la
investigación genética molecular (es decir, la que trata de identificar genes
reales por medio del análisis de ADN) indica que es probable que la mayoría de
los genes “de proclividad” sean variaciones normales y no mutaciones anormales.
-los
genes que contribuyen a una mayor o menor tendencia a desarrollar una conducta
antisocial son variaciones de unos genes que todos tenemos, no son genes
enfermizos.
-las
características que tienden a llevar a
una mayor probabilidad de conducta antisocial se denominan dimensiones de riesgo y las que van asociadas a una menor probabilidad, dimensiones
protectoras.
-las
dimensiones podrían aplicarse a características temperamentales o de la
personalidad que suponen un mayor riesgo de conducta antisocial.
-las
personas no heredan los ataques cardiacos como tales, sino que poseen
características de riesgo( como un elevado nivel de colesterol o la tendencia a
una presión sanguínea alta) que en parte tienen influencia genética pero en
parte también la del entorno.
-al
hablar de características de riesgo es necesario apreciar que la mayoría de los
riesgos no son intrínsicamente malos.
-el
que un rasgo concreto actúe como factor de riesgo o protector dependerá con
frecuencia de las consecuencias que se consideren.
-la
elevada ansiedad o inhibición en la conducta es un factor de riesgo de un
trastorno de ansiedad pero un factor de protección contra la conducta
infractora.
-se
deduce que los factores genéticos pueden actuar como protección, además de a
través de rasgos de riesgo.
-por
ejemplo, muchos individuos asiáticos
tienen una reacción al alcohol de enrojecimiento, genéticamente
influida; esto es muy desagradable y sirve para protegerlos del alcoholismo.
-un
punto que guarda relación con este es que hay muchos genes que participan en la
propensión a los rasgos de factores múltiples , es decir, rasgos debidos a la
combinación de muchas influencias diferentes, y que en ocasiones pueden
requerirse una combinación concreta de genes que actúen sinérgicamente , es
decir, potenciando cada uno los efectos de los demás.
-todos
nosotros tenemos probabilidad de portar genes de proclividad a algún rasgo o
trastorno indeseable.
-puede
que no desarrollemos el trastorno porque poseemos solamente algunos de los
genes relevantes.
-hay
una larga historia de investigaciones que tratan de demostrar el posible papel
de las complicaciones obstétricas/perinatales en el desarrollo psicológico de
los niños.
-no
hay dudas de que, en ciertos casos, un peso al nacer muy bajo una gestación
excesivamente corta puede asociarse con una lesión cerebral conducente a
páralalisis cerebral o retraso mental.
-en
una época se tendía a atribuir el daño a lesiones en el nacimiento, pero desde
entonces se ha visto claramente que, en la gran mayoría de los casos, el daño
no se produce en el trascurso del nacimiento. Por el contrario, el daño se
deriva habitualmente o bien en circunstancias que tienen que ver con el útero o
bien de una hemorragia y sus secuelas durante el periodo neonatal.
-es
evidente que muy pocos delincuentes padecen trastornos manifiestamente
discapacitante, tales como parálisis cerebral o retraso mental, que pudieran
derivarse de daños obstétricos/perinatales.
-hace
mucho que se sabe que es perfectamente posible padecer una lesión cerebral
concreta que no aparezca en las anormalidades neurológicas que se pueden
detectar necrológicamente.
-se
supone, que sí las complicaciones obstétricas/perinatales conducen a claros y
manifiestos trastornos discapacitante en algunos casos, tiene que haber otras
lesiones de grado menor que no pueden ser detectadas por un examen medico ni
por un EEG.
-no
obstante, aunque no se puede utilizar una historia de complicaciones
obstétricas para deducir una disfunción cerebral minima en la persona concreta,
se podría pensar que, al menos a nivel de grupo, si se puede demostrar que las
complicaciones obstétricas son mas habituales en los antecedentes de los
infractores. Podría resultar probable que alguna forma de disfunción cerebral
tuviese alguna contribución en algunos individuos.
-esta
bien establecido que muchas complicación obstétricas son más habituales en mujeres
de ámbitos de alto riesgo desde el punto de vista psicosocial.
A
menos que la investigación examine los posibles efectos de confusión de estos
riesgos psicosociales, hay un considerable peligro de que unos riesgos que de
hecho se derivan de adversidad psicosocial puedan seer equivocadamente
atribuidos a una lesión cerebral obstétrica.
-algunas
investigaciones señalan que las complicaciones obstétricas no están asociadas a
delincuencia adquisitiva, sino mas bien, van asociadas a la delincuencia
violenta.
-
no es posible sacar ningunas conclusión firme sobre el supuesto papel causal de
la lesiones cerebrales derivabas de complicaciones obstétricas.
-esta
desde luego claro que dicha causalidad es totalmente improbables la mayoría de
los casos de delincuencia, pero no se puede excluir por completo las
posibilidad de un papel potenciador en el caso de algunas variedades de
conducta antisocial (delito con violencia).
-hace
mucho que se sabe que los delincuentes, en especial los reincidentes, tienden a
tener un CI ligeramente inferior a los no delincuentes.
-la
diferencia no es trivial, cerca de 8 puntos
en general, aunque el CI medio de los delincuentes está, no obstante,
dentro del registro medio.
-algunos
hallazgos empíricos de estudios epidemiológicos
y longitudinales más recientes han confirmado ampliamente la realidad y
solidez de esta asociación.
-durante
mucho tiempo se dio por supuesto, sin comprobación, que los delincuentes
tendían a tener un CI inferior porque a menudo procedían de hogares socialmente
desfavorecidos.
-ahora
esta claro que no es así. Numerosos estudios han demostrado que el CI
(inferior) va asociado con la delincuencia incluso después de tener en cuenta
el medio social.
-es
decir, la relación entre clase social y delincuencia se debilita mucho al tener
en cuenta el CI.
-lo
mismo reaplica al ámbito, más amplio, de las asociaciones entre CI y
perturbaciones de la conducta.
-se
puede deducir sin temor a equivocarse que la asociación con el CI (con la
delincuencia) no está en función de la clase social.
-los
efectos del CI sobre la delincuencia están estrechamente relacionados con la
hiperactividad y con los problemas de la atención.
-se
observa que el déficit cognitivo se presenta especialmente en las capacidades
verbales y las funciones que tienen que ver con la planificación y previsión.
-un
niño que presente un CI de 100 tiene una mayor probabilidad de mostrar conducta
antisocial que otro que tenga un CI 130.
-en
todo tipo de situaciones sociales, las personas tienen que procesar los
estímulos y la intención social y después seleccionar las respuestas
apropiadas.
-se
ha indicado que los niños antisociales están quizá menos capacitados en estos
aspectos de “inteligencia social” y por ende tienen más probabilidades de
comportarse de maneras inapropiadas.
-es
posible (aunque hasta ahora no esta demostrado) que las deficiencias cognitivas
que incrementan el riesgo lo hacen porque suponen alguna deficiencia en la
detección intención-estimulo o en la planificación previa al decidir cómo
responder a los desafíos sociales..
-alternativamente,
podría ser que la deficiencia cognitiva cause riesgos no porque suponga una
deficiencia intelectual, sino porque sucede
que el bajo CI está asociado a impulsividad e hiperactividad.
-numerosos
estudios han puesto de manifiesto que los delincuentes reincidentes difieren de
los no delincuentes en sus rasgos de personalidad, estas diferencias figuran de
manera señalada en algunas teorías psicológicas.
-algunas
de las conclusiones de las investigaciones están, sin embargo, abiertas a la
objeción según la cual una serie de supuestos elementos de la personalidad se
refieren explícitamente a la conducta antisocial.
-algunos
autores han sacado solamente conclusiones provisionales acerca de la importancia de los rasgos de
personalidad diferente de la hiperactividad.
-la
investigación actualmente gira en torno a: 1. si hay asociación entre
delincuencia y rasgos de personalidad 2.cuando tempranamente en la vida se puede
identificar los rasgos predictivo de la personalidad 3. si estos rasgos tienden
a ir asociados con variedades concretas de la conducta antisocial y 4. el grado
de especificidad de las asociaciones.
-se
asocia con la delincuencia un débil autocontrol o una elevada impulsividad, así
como una emotividad negativa, en el sentido de una marcada tendencia a estar
enojado, ansioso o irritable.
-se
ha observado (estudios longitudinales) el ser problemático o difícil de manejar
a la edad de 3 años predecía la actividad delictiva a la de 11 años.
-se
ha observado (estudios longitudinales) que la falta de control, (un factor que
combinaba debilidad emocional, inquietud, el no poder mantener la atención por
periodos prolongados y negativismo, que se creía que reflejaba una incapacidad
para modular la expresión impulsiva) era
la dimensión más marcadamente asociada con la conducta exteriorizadora ( en el
sentido de perturbadora y antisocial) tal como se manifiesta a las edades de 9
a 15 años. Este rasgo muestra una importante continuidad con un débil
autocontrol y una emotividad negativa tal como se evalúa en la adolescencia.
-han
demostrado que la impulsividad (indicada por la inquietud y el exceso de
actividad) en niños en etapa de jardín
son el mejor predictor de la
delincuencia a la edad de 13 años.
.la
baja ansiedad y la baja dependencia a la recompensa muestran asociaciones más
débiles con la delincuencia.
-la
timidez a resultado paradójica, la timidez es un factor protector, pero, en
combinación con la agresividad, es un factor de riesgo de conducta antisocial.
-incapacidad
de aplazar la satisfacción.
-falta
de planificación, normalmente presentan desorden en aquello, se observa en la
época escolar y sus juegos. Planificación es contraria a impulsividad.
-la
agresividad es el rasgo de conducta antisocial que tiene mayor más probabilidad
de ser predictivo de conducta antisocial, aunque solo sea porque gran parte de
la actividad delictiva-incluso la que no supone delitos violentos-tiene un
componte agresivo.
-relaciones deficientes con sus pares la
agresión se distingue.
-la
relaciones deficientes en la niñez temprana, con sus pares predice conducta
antisocial en edades mas tardías.
-rechazo
y agresividad tiene la posibilidad de desarrollar conductas antisociales.
-de
todos los rasgos de conducta que predisponen a la conducta antisocial, la
hiperactividad o falta de atención es la que posee la asociación mas vigorosa.
-la
hiperactividad es visible durante los años preescolares. Va asociada a una
conducta antisocial de inicio temprano que tiende a persistir en la vida
adulta; se añade menudo un cierto grado de disminución cognitiva general o
especifica y generalmente hay una constelación de otras dificultades, entre
ellas las deficientes relaciones con sus pares.
-la
relación entre hiperactividad y conducta perturbadora o mperturbacion de la
conducta se manifiesta habitualmente en la temprana niñez.
-los
individuos agresivos tienen estilo distorsionado de procesamiento de la
información social, estilo que se caracteriza, entre otros rasgos, por una
tendencia a atribuir equívocamente una intención hostil a un acercamiento
social neutral o ambiguo, una tendencia a hacer malas interpretaciones
negativas (como percibir como maliciosas una tomadura de pelo benévola) y una
tendencia a fijarse en estímulos sociales agresivos en detrimento de los no
agresivos.
-atribuyen
intenciones hostiles porque con frecuencia han sido objeto de una conducta
negativa.
-la
conducta antisocial a edad más temprana incrementa el riesgo de problemas con
el alcohol o las drogas a una edad más tardía, y viceversa.
-
hay bastante evidencia que hijos de padres alcohólicos y adictos tienen mayor
evidencia de adquirir conductas antisociales además de otras patologías.
-los efectos de la ingesta de plomo sobre el
desarrollo psicológico han dado por resultado que van asociado a ligeras
disminuciones del rendimiento cognitivo, no hay en la actualidad hipótesis
concluyentes con respecto a la influencia con respecto a la hiperactividad y en
conducta antisocial, se sigue investigando.
-las
afirmaciones que atañen a los supuestos efectos de toxinas y nutrientes en la
conducta antisocial van mucho más allá de los testimonios; no es probable que
tengan efectos importantes. Sin embargo, los hallazgos de la investigación sí
confirman que la exposición a altos niveles de alcohol en los primeros meses de
la gestación, los niveles moderadamente elevados de plomo en el organismo y los
elementos dietéticos sí tiene ciertos efectos sobre la conducta en algunos
niños. No es ha sido posible cuantificar su importancia, pero parece probable
que desempeñen solamente un papel bastante secundario en la propensión general
a la conducta antisocial.
-la
bibliografía criminológica temprana argumentaba que los delincuentes
reincidentes, quizá en especial los que
cometen delitos violentos, tienden a tener una constitución mesomorfa (fornida,
musculosa).
-aunque
sigue siendo posible que la constitución física de una persona tenga algún
efecto sobre la manera en que se comporta, los efectos son demasiado débiles e
inconsistentes como para proporcionar un entendimiento de los procesos
causales.
-los
androgenos hormonas sexuales masculinas), en especial la testosterona, parecen
ser los candatos más prometedores como posibles mediadores biológicos.
-desde
por lo menos la temprana niñez en adelante, los niños tienden a ser más agresivos
fisicamkente que las niñas.
-la
conducta antisocial es varias veces más habitual en los varones y tiende a
culminar en la adolescencia, un periodo de edad en la que hay enorme incremento
en la producción de hormonas sexuales como parte de los cambios fisiológicos de
la pubertad.
-es
inestable su producción, puede variar en el día o en la noche su
producción.-los niveles de pulsación en los reincidentes son mas bajos que los
jóvenes normales, en especial aquellos que se implican en conductas agresivas,
el numero de pulsaciones es mas bajo.
-esto
se ha interpretado habitualmente como una indicación de los efectos mediadores
de una baja excitación autónoma.
-los
hallazgos son lo suficientemente sólidos (aunque en modo alguno enteramente
sistematicos9 como para deducir que hay una asociación valida y significativa
(si bien se trata de una asociación solo moderamente poderosa) entre la baja
capacidad de reacción autónoma y la conducta antisocial.
-realizar
una acto delictivo supone aceptar riesgos, es posible que un menor nivel de
ansiedades condiciones de estrés fomente la aceptación del riesgo.
Hay una amplia bibliografía basada en
investigaciones que abarcan tanto estudios de seres humanos como animales que
indica que el sistema central serotonergico participa en la regulación de la
conducta agresiva impulsiva.
-la
actividad central serotionergica reducida (lo cual significa actividad reducida
en los procesos químicos que toman parte en la transmisión de señales en el
cerebro) va asociada a la conducta suicida y a la agresividad impulsiva e
irritable contra los demás.
-la
idea de que la serotonina pudiera tener con esto es atractiva porque se sabe
que es un neurotransmisor (sustancia química que toma parte en la actividad del
cerebro).
-La
hipótesis es que la serotonina actúa como un regulador de este sistema y sirve
para inhibir la conducta agresiva impulsiva.
-la
consecuencia es según parece que las variaciones en la función de la serotonina podrían constituir el
mediador biológico de las influencias genéticas en la delincuencia violenta.
-seria
muy posible que así resultara ser; pero sin embargo, hay cuestiones de
medición, conceptuales, evolutivas y empíricas que complican la interpretación
de los descubrimientos.
-los
testimonios de todos los supuestos mediadores biológicos está claro que hay
efectos bidireccionales que se aplican constantemente.
-hay
efectos de la fisiología que actúan sobre la conducta, pero es igualmente
evidente que las experiencias sociales y el ejercicio de la conducta tienen
consecuencias fisiológicas.
-la
constitución biológica de las personas “influye” en su proclividad a la
conducta antisocial- siendo más decisivas las pruebas en el caso de la
capacidad de reacción autonómica y de la actividad serotonergica central
disminuida- pero su funcionamiento biológico no es un “dato conocido”.
-las
adversidades psicosociales ejercen la máxima influencia sobre quienes además
son portadores de un riego genético. Las
diferencias individuales de vulnerabilidad a los peligros psicosociales no se
deben enteramente en modo alguno, sin embargo, a factores genéticos; las
experiencias desempeñan también un importante papel.
-en
niños de alto riesgo un CI más elevado es un factor protector.
-los
rasgos temperamentales y otras características de la personalidad.
-dentro
de la familia el mantenimiento de una relación estable, calida y armoniosa al
menos con uno de los progenitores parece ser protectora en el contexto de la
discordia y el conflicto familiar.
-puede
que la supervisión de los padres sea protectora, sobre todo en vecindarios que
carecen de controles comunitarios.
-las
buenas experiencias en la escuela, sobre todo quizás cuando suponen
responsabilidad o éxito, son según
parece de ayuda, probablemente a través de su papel de aumentar la autoestima y
la propias eficacia.
-un
grupo de coetáneos prosocial ayuda a contrarrestar otros procesos de riesgo.
-las
experiencias que crean nuevas oportunidades mediante el progreso académico, el
cambio del grupo coetáneo o una alteración en las circunstancias sociales
pueden dar un paso decisivo.
-parece
ser que pueden tener un carácter protector una actitud mental que suponga un
sentido de propia eficacia, un enfoque positivo de la planificación y de la resolución de problemas sociales.
-gran
parte del riesgo asociado con características familiares (como la paternidad o
maternidad en la adolescencia, gran tamaño de la familia y hogares deshechos)
tiene su origen al parecer en la asociación de estos factores con la
discordancia familiar y la crianza ineficaz en vez ( por ejemplo) en familias
por sí misma.
-
de manera similar, la pobreza y la situación social desfavorecida indican
mayores riesgos, pero la investigación realizada hasta la fecha hace pensar que
los efectos son indirectos y vienen mediados por la depresión de los padres y
el conflicto familiar.
-la
crianza es, pues, un factor critico de riesgo, La crianza coercitiva u hostil,
los malos tratos y la desatención y la supervisión o seguimiento deficiente
están asociados con conducta antisocial en el presente y predicen el
comportamiento futuro y tienen un efecto inmediato en las formas más graves y
persistentes. Los efectos podrían ejercerse potencialmente a través de procesos
de reilación (que implican perjuicio del desarrollo social o de la vinculación
social a progenitores y coetáneos) o mediante procesos de aprendizaje ( que
premian la conducta inapropiada y fomentan patrones de conducta coercitivos).
-la
participación en grupos de coetáneos delincuentes hará más probable que se
confirmen las predicciones a actuar antisocialmente y a que persista la
conducta antisocial. Estos tipos de influencias pueden ser especialmente
importantes en aquellos cuya conducta antisocial se inicia en la adolescencia
más que en la temprana niñez.
No
es sorprendente, dada la mayor probabilidad de unos logros educativos por
debajo de lo normal, que se haya demostrado la existencia de vínculos entre el
desempleo y la conducta antisocial.
-los
niveles de desempleo fluctúan por razones que están fuera del control de los
individuos, pero las personas antisociales muestran una mayor tendencia a tener
historiales laborales inestables. Además, la experiencia del desempleo puede
predisponer a un incremento en la delincuencia adquisitiva en quienes son ya
proclives al robo por otras características o experiencias individuales.
-hay
que tener precaución al tratar de identificar a quienes pudieran ser
resistentes a algunos de estos factores de riesgos. Aunque hay algunos
indicadores) p.ej., momentos decisivos, puntuación mas elevada CI en la
infancia, etc.), es preciso trabajar mas sobre la resistencia en su manera de
desplegarse durante toda la vida.
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