SACRAMENTO.— El futuro de los jóvenes presos en el estado de California es incierto ya que para ahorrar dinero, el gobernador Jerry Brown propuso eliminar las prisiones estatales juveniles y enviarlos a las instalaciones correccionales de los condados, pero los legisladores no estuvieron del todo de acuerdo.
"El cambio esencial es que en lugar de transferir los presos juveniles a los condados, éstos tendrán ahora la opción de contratar con el estado si quieren resguardarlos o no", precisó HD Palmer, portavoz del gobernador Brown. En total, California tiene 1,234 presos juveniles, más de la mitad hispanos y un cuarto de ellos de Los Ángeles.
Bill Sessa, portavoz del Departamento de Prisiones (CDCR) señaló que el estado tiene ahora cinco instalaciones correccionales juveniles, pero la de Preston en el condado de Amador se planea cerrar para junio, por lo que sólo quedarán cuatro; y dos campos donde se entrena a los jóvenes presos como bomberos.
Los jóvenes que van a las instalaciones correccionales juveniles del estado son quienes han cometido crímenes más serios como homicidios y delitos sexuales mientras quienes se quedan en las instalaciones juveniles de los condados han cometido ofensas menores."No tienen una fecha determinada para salir de las instalaciones juveniles del estado, pero pueden estar hasta los 25 años como máximo o salir antes dependiendo de lo que digan los expertos en tratamientos y no pueden salir si al menos no han terminado la secundaria", indicó.
"El cambio esencial es que en lugar de transferir los presos juveniles a los condados, éstos tendrán ahora la opción de contratar con el estado si quieren resguardarlos o no", precisó HD Palmer, portavoz del gobernador Brown. En total, California tiene 1,234 presos juveniles, más de la mitad hispanos y un cuarto de ellos de Los Ángeles.
Bill Sessa, portavoz del Departamento de Prisiones (CDCR) señaló que el estado tiene ahora cinco instalaciones correccionales juveniles, pero la de Preston en el condado de Amador se planea cerrar para junio, por lo que sólo quedarán cuatro; y dos campos donde se entrena a los jóvenes presos como bomberos.
Los jóvenes que van a las instalaciones correccionales juveniles del estado son quienes han cometido crímenes más serios como homicidios y delitos sexuales mientras quienes se quedan en las instalaciones juveniles de los condados han cometido ofensas menores."No tienen una fecha determinada para salir de las instalaciones juveniles del estado, pero pueden estar hasta los 25 años como máximo o salir antes dependiendo de lo que digan los expertos en tratamientos y no pueden salir si al menos no han terminado la secundaria", indicó.
Sin embargo, Joaquín Díaz de León, de 21 años, y quien durante dos años, estuvo recluido en las instalaciones correccionales juveniles que el estado tiene en Stockton dijo que su experiencia fue "horrible".
Aseguró que el apoyo de salud mental es mínimo, los sistemas de educación son muy atrasados y los maestros están muy frustrados y llenos de dolor por la falta de apoyo para enseñar a los muchachos.
La tasa de reincidencia juvenil del estado es de 80%, una de las peores del mundo según el Centro de Derechos Humanos Ella Bakercon sede en Oakland y que aboga por los derechos de los presos.
Díaz de León explicó que más del 80% regresa por el maltrato y crueldad que reciben los muchachos en las prisiones juveniles. "Si los castigas, no los tratas como seres humanos y les da un servicio mínimo cómo esperas que se rehabiliten y no regresen si están traumatizados", enfatizó.
El joven dijo que la propuesta de Brown para eliminar la División de Justicia Juvenil (DJJ) es para ahorrar dinero al estado no para reformar realmente el sistema juvenil de justicia al que definió como corrupto."Los mismos guardias promueven la violencia y organizan peleas de grupo entre los muchachos y permiten la entrada de drogas. Un amigo mio perdió un ojo porque hasta un año después le dieron atención médica", subrayó.
Lourdes Duarte Bailey, de la organización Ella Baker y quien es madre de un joven que estuvo en una prisión juvenil, ahondó en la problemática de las prisiones: Los castigan con no ir a la escuela y los encierran todo el día provocando que muchos niños se suiciden o mueran de causas muy extrañas.
Laura Brady, de Fresno, cuyo hijo estuvo seis años en una prisión juvenil, anticipó un futuro brillante para las familias si la DJJ desaparece, ya que su hijo aún sufre por los efectos de la violencia, abuso y negligencia que vivió en las prisiones juveniles del estado.
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