MARCO TEÓRICO Y CONCEPTUAL
CAPÍTULO
1
INFLUENCIA
DE LA FAMILIA EN LA ADOLESCENCIA
En
este primer capítulo se aborda la influencia de la familia en la adolescencia,
así como los cambios de actitudes de los padres respecto a los hijos y de
éstos respecto a sus padres. Se parte de la consideración de la influencia que
los modelos
parentales y el clima social familiar tienen en los adolescentes en el proceso
de desarrollo personal. En base a lo cual se tratan algunos de los cambios significativos
en las relaciones familiares en el período de la adolescencia, considerando
que en el ámbito familiar esta etapa evolutiva representa una importante
alteración de convivencia debido a los cambios que se dan afectando tanto
a las conductas de los hijos adolescentes como de sus progenitores.
Por
ello, se aborda el aspecto conflictivo en esta etapa evolutiva de la adolescencia,
para comprender cuál es la raíz de dicha conflictividad del adolescente
respecto a la familia (Oliva, 2006). El contexto familiar de la adolescencia
es una realidad compleja, dado que el paso a la etapa adulta no está bien
definido por la influencia de diversos factores como el acceso a comportamientos
y conductas adultas en diversos ámbitos de la vida adolescente y juvenil.
Entre estas conductas están el ocio, las relaciones sexuales o la libertad para
elegir. El adolescente suele poner en cuestión “la autoridad” y la escala de valores
de los progenitores y adultos con los que se relaciona. Este cambio puede suponer
cierta inestabilidad y conflictividad en la familia (Oliva y Parra, 2004), aunque
no conlleva necesariamente una ruptura intergeneracional (Cánovas, 2008).
En
la actualidad las familias españolas son cada vez menos numerosas y más democráticas,
como desde hace una década anticipaba Oliva (2006). Esta realidad conlleva
cambios en su estructura y el surgimiento de nuevos tipos de familias, así como
las familias monoparentales o las reconstituidas. Por otra parte, la propia realidad
de esta etapa evolutiva en constante cambio requiere de necesarios los apoyos
del entorno familiar para afrontar las situaciones cotidianas con éxito.
1.1
LA FAMILIA EN EL PROCESO DE SOCIALIZACIÓN
La
familia tiene una gran importancia en el proceso de socialización de los hijos
al ser en dicho contexto, principalmente, donde se adquieren los valores, las creencias,
las normas y las formas de conducta adecuadas a las relaciones sociales. Una
de las razones más importantes de dicha relevancia de la familia es el hecho de ser
la primera comunidad y el ámbito en la cual se introduce al sujeto en el seno
de cada
de cultura.
La
socialización familiar se entiende como el conjunto de procesos que suceden
en el medio familiar, con los que se estimula el aprendizaje y la interiorización
de valores, afectos, formas de entender la realidad y comportamientos,
con los que la persona se enfrenta al mundo (Lila, Van Aken, Musitu
y Buelga, 2006). Desde el nacimiento a la adolescencia, la familia juega un papel
relevante en los principales ámbitos del desarrollo adolescente tales como la formación
de la identidad, la autonomía y el ajuste psicosocial.
En
familia se aprenden las normas que organizan la convivencia en una sociedad
y sobre todo aquellas actitudes humanas que harán tener un futuro con éxito
(Musitu y Cava, 2001). En el contexto de España, con estudios más recientes como
Íñiguez-Fuentes y Martí-Vilar (2011) respecto a la preferencia de valores de los
jóvenes y Martí y Palma (2010) respecto a los adolescentes, señalan en ambos estudios
la preferencia por la seguridad familiar entre los cuatro primeros valores elegidos,
lo cual nos hace percibir la relevancia de la familia. La socialización de los adolescentes
en su desarrollo debe:
"alcanzar
relaciones maduras con personas de ambos sexos, adquirir un papel social masculino
o femenino, aceptar el propio físico, lograr una independencia económica y
emocional respecto a los padres, adquirir unos valores y un sistema ético que
guíe su
conducta, prepararse para crear una nueva familia y lograr una conducta socialmente
responsable (Papalia, 2011, p. 234)".
Ya
que los valores se asimilan especialmente por vía emocional, la familia es uno
de los principales ámbitos que integra al individuo en la sociedad. Según Romeo,
Bernal y Jiménez (2009) el punto de partida de la familia tiene un papel esencial
en la educación de los hijos, colaborando en el proceso de las relaciones interpersonales
y sociales.
1.1.1
La familia como principal agente de socialización
La familia es la institución social que acoge
al recién nacido y lo conecta con la sociedad,
de manera condicionante (Alberdi, 1999). De ahí que sea el primero y el principal
agente de socialización de los adolescentes, aunque no el único.
La
familia como principal agente de socialización ha sido:
Desde
siempre y en todas las culturas el modelo familiar, imperante en cada caso concreto,
ha constituido la célula social y cultural más significativa, porque en ella se
han producido las transmisiones más influyentes, persistentes y eficaces para
la existencia
humana. Así pues, pensamos que la familia constituye actualmente un grupo
primario complejo de difícil organización (Cánovas, 2012, p. 232).
Según
Alzate (2012) los valores los aprenden los hijos en el seno familiar, al verlos
practicar a sus padres, madres, hermanos y otros miembros de la familia. Los valores
son orientadores que determinan actitudes y comportamientos sociales, por tanto
orientan la conducta individual y social. De modo similar también las creencias influyen
en los hijos en el proceso de enseñanza-aprendizaje, por ello se han de considerar
elementos de socialización.
1.
1. 2 Dimensiones de la socialización familiar
Respecto a los elementos de socialización en
la familia, Musitu y García (2001)
señalan dos dimensiones: coerción/imposición y aceptación/ implicación, que son
independientes y que al cruzar dichas dimensiones, se establecen cuatro modelos
de socialización parental. En este sentido se ha de tener en cuenta que esta
tipología es ideal, pero que es normal encontrar aspectos de todos los rasgos en
las familias e influencias de un estilo en otros.
La aceptación / implicación
El
modelo teórico de socialización de los hijos, según dichos autores, se lleva a
cabo a través de la familia y tiene aspectos de expresiones parentales que los denominan
dimensiones. La dimensión de aceptación/implicación, son manifestaciones
de los progenitores hacia los hijos de aprobación y afecto, que los hijos
van desarrollando en sus formas de actuar y que se van adaptando a los valores
y forma de organización familiar. En sentido contrario esta variable se formará
con las respuestas de los padres de indiferencia delante de comportamientos
y actuaciones de los hijos, de acuerdo con los valores familiares.
Tal
estilo implica la afirmación de la autonomía del hijo y permite considerar las perspectivas
de ambos. Para los hijos saberse protegidos por los padres facilitará su
desarrollo en las diferentes dimensiones y que Musitu, Román y Gracia (1988) definen
en tres vías:
a)
El apoyo emocional es el afecto y la aceptación que los hijos pueden recibir de
los padres, con manifestaciones de afecto y protección.
b)
La asistencia instrumental se refiere, entre otras formas, al hecho de ofrecer
a los
hijos información, orientación, el apoyo y el cuidado en general.
c)
Las expectativas sociales se refieren a las orientaciones para unos comportamientos
socialmente adecuados y los que socialmente no lo son.
La
coerción / imposición
El
estilo de coerción/imposición se manifiesta cuando el hijo no responde adecuadamente
a las normas y valores de la familia. La finalidad de este estilo es el cambio
de comportamientos no adecuados, en el que se ejerce la prohibición verbal y
física. Dicho estilo es expresado por actitudes de los progenitores, a través
de las cuales
orientan a sus, incluyendo amenazas y castigos.
Otros autores, como Alarcón (2012), señalan al
respecto de ciertas actitudes paternas
impositivas, que el control parental es aquella actitud que los padres tienen hacia
sus hijos, con la intencionalidad de orientar su conducta de acuerdo a las normas
de los padres. Dicho control se suele manifestar con actitudes orientadoras, como
los consejos, las sugerencias, las amenazas e incluso el castigo.
Conclusiones
La
familia según Alzate (2012) tiene la función de educar a los hijos desde el inicio
de la vida. Dicha formación ha de tener dos objetivos elementales: el
desarrollo del
autoconcepto y la competencia social de aprender a aprender. De ahí la relevante
función de los padres y tutores, que es la de promover ambientes sanos y adecuados
para los hijos, en las diferentes etapas evolutivas.
Para
concluir respecto al contexto de socialización familiar, se puede afirmar que
tiene unas finalidades en las que va a tener influencia las creencias, las actitudes
y costumbres. El horizonte de esta socialización es la continuidad de prolongar
el sistema familiar en la sociedad y mejorarlo. Dicha finalidad es llevada a cabo
a través de la comunicación de los miembros, generando procesos de socialización
(Alzate, 2012). La familia es el primer ámbito social con el que el sujeto se
encuentra y es precisamente esa realidad que le irá a influir de un modo u
otro. Y señala
Cánovas (2012) que:
La familia como primera estructura que acoge
al menor posee gran importancia en relación
a otros espacios educativos en el desarrollo integral del hijo. En ella, y a través
de ella, tienen lugar transmisiones decisivas y persistentes para el ser humano que
vienen a realizarse por medio de estilos parentales concretos (p. 149).