La evolución biológica es un proceso de continua transformación de las especies a través de cambios producidos en sucesivas generaciones. Se manifiesta como cambio de frecuencias alélicas en la población y es posible gracias al recambio genético de la especie en cada generación de individuos. Por un lado, el azar genético genera mutaciones y recombinaciones; por otro, las necesidades del medio ambiente intervienen sobre multitud de distintos fenotipos aparecidos generación tras generación, dejando sólo aquellas variables de un peso adaptativo alto. En Biología y según las leyes de la genética, cuando la secuencia de un gen en la población general supera el 1% no se considera una mutación aleatoria, sino una mutación que se ha seleccionado positivamente a lo largo de la evolución por aportar alguna ventaja que aumente las posibilidades de supervivencia del grupo.
Nos podríamos preguntar: ¿por qué los niños con TDAH no disminuyen a lo largo del tiempo? Sabemos que características del comportamiento humano pueden seleccionarse genéticamente como rasgo ventajoso y dada la alta prevalencia (5-10%) y extensión del TDAH en todo el mundo, es poco probable que un ‘trastorno’ pueda ser tan frecuente en la especie humana si no se ha seleccionado de forma positiva. La mutación de la repetición del alelo 7 de DRD4, que es el gen candidato más estudiado en el TDAH es el gen que se ha descrito como mutación seleccionada de forma positiva. La arquitectura de la mutación, su distribución mundial y su prevalencia en los distintos géneros sugieren que apareció como una mutación en el paleolítico superior y que ha aumentado en frecuencia más allá de lo esperado por el azar. Se ha sugerido que la presencia de DRD4-7R, que originaría individuos con rápida respuesta que serían seleccionados en épocas de escasez de recursos, en circunstancias criticas o que cambiasen rápidamente, y que esta ‘respuesta rápida’ de adaptación podría haber desempeñado un papel en el éxodo de África hacia Europa y Asia. Se especula que estos grandes cambios contribuyeron a la aparición y posterior selección positiva del DRD4-7R. Este modelo también ayudaría a explicar la actual distribución geográfica inusual del alelo DRD4-7R, que es baja en las poblaciones más estables como Asia, pero alta en las poblaciones con alta influencia migratoria como en América.La presencia de esta mutación DRD4-7R, por tanto, se liga a conductas exploratorias, incremento en la búsqueda de estímulos novedosos y conductas de riesgo. A lo largo de la evolución, el comportamiento del TDAH se ha relacionado con una rápida respuesta a los depredadores, mejor rendimiento para la caza, una mayor capacidad de movilidad (más emigración), y una mayor reproductividad, rasgos que podrían proporcionar una ventaja selectiva al grupo. Los argumentos a favor de que el TDAH es una adaptación se apoyan en:– Es un trastorno principalmente hereditario.– Es muy heterogéneo y altamente poligenético.– En el TDAH la impulsividad se reduce en la edad adulta, cuando el coste de perder una persona es máximo.– Es más común en el sexo con el nivel más bajo de inversión parental.– Se limita a una pequeña minoría, aunque lo suficientemente común para estar presente en toda la geografía.– Presenta una normal distribución de su gravedad en la población.La hipótesis más aceptada de la teoría evolucionista del TDAH es que constituye un efecto secundario de una combinación de alelos que habitualmente son útiles, pero que en una determinada combinación o frecuencia alta causa una importante disfuncionalidad en el individuo .La cuestión es que un rasgo que puede ser malo para una persona puede ser bueno para la población en general. Por ejemplo, algunas personas con TDAH se convierten en criminales, pero si otros individuos con TDAH son inventores brillantes capaces de cambiar el curso de la historia y aumentar la aptitud de la población, los genes del TDAH se verán favorecidos por la selección natural. El anacronismo del TDAH es que rasgos aparentemente beneficiosos en el pasado, resulten desfavorables en la sociedad actual; lo que un día fue una respuesta adaptativa, hoy se considera un trastorno. Sin embargo, las teorías de la evolución apoyan el concepto de la selección positiva sobre las poblaciones y no de individuos. . El TDAH, además de una ventaja en el pasado para algunos tipos de sociedades (cazadores, nómadas…), supondría una ventaja para la especie si aceptamos la idea de que el riesgo físico y social de un individuo puede representar la supervivencia del grupo.Puede ser que los rasgos del TDAH supongan una mayor disfuncionalidad actualmente, pero quizás deberíamos tener en cuenta este enfoque, no solo a la hora de seguir investigando, si no también a la hora de redefinir que tipo de educación y de ayuda deberíamos dar a las personas con TDAH, al fin y al cabo, la función de los padres y los educadores tendría que ser desarrollar las potencialidades del niño, teniendo en cuenta sus características individuales.
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