Los delincuentes que cometen actos antisociales contra otras personas, crímenes que no tienen nada que ver con el dinero, son diferentes de los delincuentes normales cuya motivación es el lucro. Los violadores y pederastas por ejemplo no buscan beneficiarse económicamente de sus crímenes, lo que buscan es la satisfacción emocional pero de una manera pervertida.
En esta ocasión analizaremos uno de los crímenes más destructivos que puedan existir: la pedofilia, un tipo de abuso sexual contra niños/as.
El abuso sexual se define como “…Contactos e interacciones entre un niño y un adulto cuando el adulto –agresor– usa al niño para estimularse sexualmente él mismo, al niño o a otra persona. El abuso sexual puede ser también cometido por una persona menor de 18 años cuando esta es significativamente mayor que el niño (víctima) o cuando el agresor está en una posición de poder o control sobre otro”. Definición aportada por National Center of Child Abuse and Neglect (1978).
La pedofilia o paidofilia es un trastorno sexual que está clasificado dentro de las “parafilias”, que vendrían a ser desviaciones sexuales o perversiones donde la fuente de placer está caracterizada por fantasías, impulsos excitatorios o comportamientos que abarcan desde objetos no humanos hasta el sufrimiento o humillación de uno mismo, la pareja, niños o adultos no consensuales. Se basan en un deseo incontrolable de materializar estas fantasías.
Las parafilias pueden tener carácter exclusivo cuando las fantasías son el único camino de encontrar la excitación sexual o esporádica cuando no prevalecen o se presentan episódicamente.
La mayoría de las parafilias son llevadas a cabo por varones, han existido siempre aunque han ido cambiando con el pasar del tiempo. Con nuevos adelantos nacen nuevas parafilias –por ejemplo: escatología telefónica, informática, etc.–. A los parafílicos su comportamiento no les preocupa, a no ser que entren en conflicto social debido a la reacción de la gente. Otros admiten tener sentimientos de culpa y vergüenza por haber cometido actos que ellos mismos consideran inadmisibles. Un gran porcentaje de parafílicos tiene dificultades para mantener relaciones sexuales satisfactorias recíprocas y afectivas como el caso de los comportamientos sádico-sexuales en los que el placer sexual es obtenido por el infligimiento de dolor.
Las parafilias más importantes son:
Exhibicionismo
Fetichismo
Voyeurismo o escoptofilia
Frotteurismo pedofilia
Masoquismo sexual
Sadismo sexual
Fetichismo travestista
Pedofilia
La pedofilia es una parafilia en la que hay una atracción sexual intensa, urgente, recurrente, por los niños, existiendo casi exclusivamente apetito sexual y excitación incontrolables por los menores de 13 años. Los pedófilos pueden ser del sexo masculino o femenino. Tiene como característica central la actividad sexual con niños/as prepúberes. La actividad sexual incluye: desnudez, fotografías y filmaciones, masturbación, sexo oral, penetración vaginal, oral y/o anal con el dedo, objetos extraños o pene, con diversos grados de fuerza. Sus preferencias sexuales pueden ser:
Con atracción sexual por los hombres.
Con atracción sexual por las mujeres.
Con atracción sexual por ambos sexos.
Limitada al incesto
De tipo exclusivo
De tipo no exclusivo
El individuo con este trastorno debe tener 16 años o más y ha de ser 5 años mayor por lo menos que el niño. Su curso puede ser permanente, manteniendo contactos con una o varias víctimas, o presentar períodos de abstinencia con episodios pedofílicos. Greenberg, Bradford & Curry (1993) propusieron distinguir entre: pedófilos –adultos que escogen como objetos sexuales a niños/as de 12 años o menos– y hebéfilos –en otros trabajos llamados efebéfilos, adultos que escogen como objetos sexuales a adolescentes de más de 12 años–. Dos años más tarde, Greenberg, Bradford & Curry (1995) propusieron deslindar además los infantófilos –adultos que escogen como objetos sexuales a niños de cinco años o menos–. Según el afamado experto en sexualidad Dr. W. Masters, una de cada cuatro niñas y uno de cada siete varones serán abusados sexualmente antes de que cumplan los doce años. En más del 90% de los abusos, el abusador será masculino y en más del 80% será una persona conocida por el niño.
La pedofilia es un crimen, pero también una máquina de hacer dinero, con una promoción propia, que toca cifras estratosféricas de más de 13.000 millones de euros al año y un total de más de 200.000 menores involucrados y abusados, entre los cuales están bebés de pocos días a dos años.
Para poder entender el fenómeno de la pedofilia, debemos comprender cómo está configurado el impulso sexual humano:
El 10% corresponde al instinto natural.
El 20% a la respuesta del cuerpo a la excitación.
El 70% corresponde a la esfera psicológica – mental y emocional.
Vemos así que el impulso sexual está determinado en gran parte por nuestra mente y el tipo de fantasías, emociones e imágenes acerca de la sexualidad que están dentro de ella. Solo de esta manera es posible explicar los cientos de tipos de desviaciones sexuales que existen, y que son exclusivas de la especie humana. Cuando se trata de un comportamiento sexual, no existen límites para los objetos o situaciones que puedan estimular sexualmente a una persona. El pedófilo se siente atraído por niños o niñas porque es incapaz de establecer y mantener una relación adulta con demandas sexuales, comunicacionales e intelectuales con una persona de su edad. Elige niños o niñas a los que no tiene que demostrar su virilidad y ante los que no se siente inferior. El gran peligro surge de la escalada por la búsqueda de mayores estímulos para respuestas más satisfactorias. Conviene tener en cuenta que todos los pedófilos son abusadores de niños, pero no todos los abusadores son pedófilos.
Las características comunes en los pedófilos son las siguientes.
Hombre adulto. Sólo el 20 % de lo pedófilos son menores de 18 años.
Casado.
Se relaciona mejor con niños que con adultos.
Tiene pocos amigos íntimos de su generación.
Prefiere niños o niñas de una edad específica.
Prefiere un sexo más que el otro.
Puede que busque empleo o sea voluntario en lugares relacionados con actividades infantiles.
Se les ve en parques o cerca de colegios
Acumulan fotografías de niño/as y pornografía infantil:
Para reducir las inhibiciones de las víctimas.
Para fantasear cuando no tenga víctimas potenciales.
Para revivir actividades sexuales pasadas.
Para justificar sus actividades sexuales inapropiadas.
Para hacer chantaje a las víctimas.
A veces usa alcohol o narcóticos para administrárselos a las víctimas.
Habla con los niños/as en su mismo lenguaje y a veces con lenguaje de pareja.
Se ofrece para cuidar niños/as.
Busca organizaciones y publicaciones que apoyan sus tendencias sexuales.
Guarda ropa, juegos y demás parafernalia infantil en su casa.
Esconde trofeos de sus víctimas.
Las características mencionadas son solo generales; más adelante veremos los tipos específicos de pedófilos y sus manifestaciones típicas.
En cuanto a la orientación sexual de los pedófilos podemos decir que la mayoría de ellos son heterosexuales.
Anteriormente se creía que los paidofílicos eran todos homosexuales, creencia que se ha superado gracias a la investigación.
Otro mito es el de que todos los pedófilos han sido abusados sexualmente en la niñez, algunos sí, pero no son la mayoría, estadísticamente hablando.
El pedófilo puede provenir de cualquier clase social, cultural, raza, profesión.
Un dato curioso es que algunos pedófilos buscan grupos con tendencias sexuales semejantes; por ejemplo, en Internet, y hasta tienen símbolos identificatorios, como los ya expuestos y que fueron descubiertos por la FBI hace no mucho tiempo.
Los símbolos son siempre compuestos por la unión de 2 similares, uno dentro del otro. El de forma mayor identifica al adulto, la figura menor identifica al niño. La diferencia de tamaños entre ellos muestra una preferencia por niños mayores o menores en cuanto a la edad. Los hombres son triángulos, y los corazones son las mujeres.
Los símbolos se encuentran en elementos como monedas, medallas, joyas, anillos, colgantes, etc., entre otros objetos. Los triángulos representan a los hombres que les gustan los niños (el detalle cruel es el triángulo más pequeño, que representa al hombre que le gustan los niños bien pequeños); el corazón significa hombres (o mujeres) que gustan de niñas; y la mariposa representa a quienes gustan de ambos, según el informe.
La causa exacta de la pedofilia es algo que aún se desconoce. Hay muchas teorías y explicaciones desde lo biológico, sicológico, social, etc.
Recientemente se han propuesto modelos biológicos:
Se ha planteado una alteración neuroendocrina como base del cuadro, ya que en algunos casos se ha vinculado su aparición con daños orgánicos cerebrales que afectan al hipotálamo o al sistema límbico.
La amígdala, una estructura cerebral que desempeña un papel clave en la emoción y la excitación, puede trabajar de manera muy diferente en hombres pedófilos de lo que hace en los hombres que no son sexualmente atraídos por los niños, según un nuevo estudio en Alemania. - A. Sartorius, Ruf M., C. Kief, Demirakca T., J. Bailer, Ende G., Henn FA, A. Meyer-Lindenberg,. 2008.
Algunos profesionales de la salud mental han sugerido que la paidofilia es un tipo de adicción, una compulsión a realizar actos sexuales con niños, debido a un mecanismo cerebral parecido al que ocurre en el cerebro de los narcoadictos, ludópatas, etc.
Es importante señalar que antes de diagnosticar el trastorno de pedofilia se debe descartar toda alteración orgánica cerebral, retraso mental, psicosis, etc., que en forma secundaria lleve a una pedofilia. Esta desviación sexual suele presentarse sin patología previa y de forma primaria.
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