miércoles, 5 de enero de 2011

Entrevista facilitada por el Juez de Menores de Granada, Emilio Calatayudal eldiariomontanes.es, cuyas palabras siempre merecen ser reproducidas:

"Estamos creando borrachos de fin de semana a jóvenes de 12 y 13 años"

Emilio Calatayud se ha hecho famoso por emplear el sentido común. Sus sentencias como juez del menor, basadas en la educación más que en el mero castigo, son ejemplares. Ayer llegó a Santander para pronunciar una conferencia sobre los adolescentes, la familia, el colegio y la educación sexual. Advierte que los jóvenes son cada vez más machistas.


-Viene a Santander para contarnos que la educación es cosa de todos. ¿No es una cosa muy obvia?
-Lo que vengo es a pedir a los políticos un pacto por el menor y para el menor. Tengo poca esperanzas de que llegue a alcanzarse porque si no han sido capaces de conseguir uno para la educación, menos creo que lo consigan en este tema.

-¿Y en qué consistiría ese pacto?
-En este área estamos implicados todos. Por desgracia, tenemos una serie de normas contradictorias para la juventud que nos están planteando graves problemas. Me refiero a las situaciones que atraviesan las familias, con una gran falta de autoridad por parte de muchos padres. Hasta ahora hemos hablado de los derechos de los hijos, pero no de sus deberes y lo mismo ocurre en las escuelas.

-¿Qué ocurre en las escuelas?
-Pues que hemos pasado de unos colegios muy autoritarios a otros en los que los profesores intentan ser colegas de los alumnos. Así no vamos bien. Se debe luchar contra el fracaso escolar y contra el absentismo. Y sobre todo, después del último Informe PISA que deja a la educación muy mal parada. 

-El informe detecta que hay muchos repetidores.
-Sí, y una gran tasa de absentismo escolar. Creo que hemos perdido el norte en la educación. Desde el momento en que el presidente y el Gobierno suprimen el cero de las calificaciones algo va mal. El cero es algo consustancial con el estudiante, igual que las chuletas. Por favor, vamos a recuperar el sentido común. Lo que hay que hacer es fomentar el trabajo y el esfuerzo.

-¿La educación sexual que se está dando a los adolescentes es adecuada?
- Me preocupa muchísimo. Que una chica de 13 años pueda consentir tener este tipo de relaciones me parece una barbaridad. Creo que hay que establecer normas concretas y claras y evitar las contradicciones. Por ejemplo, una chica de 12 años puede comprar la píldora del día después, pero no puede tener relaciones sexuales. Una de 13 sí, pero no puede ser imputada en un delito. Una niña de 16 años puede abortar sin el conocimiento de los padres, pero para ir a prestar declaración ante un juez, debe ir acompañada por ellos. Hay que poner sensatez.

-Parece que muchos adolescentes repiten patrones sexistas en sus relaciones.
-No sabe lo triste que es tener que dictar orden de alejamiento entre parejillas de 12 y 13 años. Se habla mucho de igualdad, pero no lo sabemos transmitir. Los chavales son cada vez más machistas y con un sentido de la posesión tremendo. La política de educación sexual es una auténtica hipocresía y se está utilizando a los menores como arma política.

-¿Cómo pueden los padres evitar que su hijo vaya de botellón?
-Es complicado, porque muchas veces tienen que luchar contracorriente. Las comunidades autónomas le metieron un gol a los municipios cuando dijeron que se prohibía beber alcohol en la vía pública salvo en los lugares destinados por los ayuntamientos. No son conscientes de los peligros de esta norma. Estamos creando borrachos y alcohólicos de fin de semana a chavales de 12 y 13 años. Yo suprimiría los lugares de la vía pública destinados para esto. 

-¿La familia está en crisis?
-Creo que de la crisis se puede sacar beneficios. Por ejemplo, las familias se han unido más para ayudarse en esta situación adversa y, lo mejor, ante la falta de empleo, muchos niños han vuelto a la escuela. Esto es buenísimo.

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