miércoles, 25 de julio de 2012

Actualización en Adolescencia Antisocial: Su Perfil. Presentación Académica. Carlos Espinoza Jara



-actos que suponen quebrantamiento de la ley.
-todos los estudios demuestran que la gran mayoría de delitos no llegan a tribunales.
-muchos adolescentes que cometen delitos que podrían ser procesados nunca figuran en las estadísticas criminales.
-profesionales clínicos Psicólogos y Psiquiatras tienden a  referirse a categorías diagnósticas como”trastorno hostil/desafiante, trastorno de conducta y trastorno de personalidad antisocial” (DSM IV). Están lejos de ser sinónimo de delito.
-mucho de estos adolescentes que son objeto no muestran deterioro social y disfunción psicológica (la medida puede causarla).
-esta claro que la conducta antisocial o infractora comienza durante la niñez antes que pueda ser procesado.
-nos referiremos al periodo entre los 10 y 18 años.
- en los últimos 20 años ha habido un considerable aumento en el conocimiento empírico relativo a la naturaleza de la delincuencia, sus causas, los factores que influyen en la perpetuación en la vida adulta y su prevención y tratamiento.
-las teorías del delito basadas en la idea de una sola serie unificadora de factores causales han caído en descrédito, cada vez se presta mayor atención a los orígenes de las diferencias individuales (factores de riesgo y protectores).
-la psicología la psiquiatría, la sociología y la criminología han contribuido con un notable avance en el conocimiento del problema.
-cuando son muy jóvenes (niños o pre adolescentes) que posteriormente desarrollan repetidas actividades antisociales tienden a ser superactivos, de conductas indisciplinadas, hostiles, y tienen dificultad para llevarse bien con los demás niños.
-tienden a ser impulsivos y a estar deseosos de buscar experiencias nuevas y excitantes.
-tienen mas inclinación que los demás a mostrar sentimientos de infelicidad, a tener dificultad con la lectura y consumir drogas ilegales.
-cuando estos rasgos persisten al final de la adolescencia y en la edad adulta temprana adoptan a menudo la forma de excesos, historia laboral irregular, dificultades en las relaciones familiares y sociales, tendencias contraer deudas, responden  a la frustración con violencia.
-biología y conducta, ha habido un avance científico en desechar el viejo esquema que sostenía  que lo biológico determinaba la conducta, hoy en día se trabaja con una compleja interacción de doble dirección entre psiquis y soma.
-los procesos del pensamiento y las emociones y las tendencias de la conducta no aparecen fuera del cuerpo.
-cuando alguien se siente preocupado y asustado esto ira acompañado de aumento de pulsaciones, la sudoración y la segregación de determinadas hormonas.
-la transferencia de los efectos de las experiencias se puede realizar a través de estilos de pensamiento o procesamientos cognitivos o conceptos del yo, pero de alguna manera u otra habrá en el sustrato biológico alguna alteración.
-si se elevan artificialmente de una u otra manera las hormonas sexuales masculinas, esto tendrá efecto mensurables en ciertas conductas como el dominio.
-durante la adolescencia temprana, los pensamientos de los jóvenes tienden a hacerse más abstractos, multidimensionales, auto reflexivos y concientes de sí mismo, con una mejor comprensión de los conceptos relativos.
-son mas capaces de tener en cuenta diferentes dimensiones de un tema al mismo tiempo y generar así mas alternativas en su toma decisiones.
-se vuelven más capaces de seguir su propio pensamiento buscando incongruencias, lagunas en su información y la precisión de su lógica.
-la mayor sofisticación intelectual que sobreviene durante los años de la adolescencia va acompañada de avances, relacionados con ellos, en la manera en que los jóvenes piensan  en sí mismo.
-durante la adolescencia hay un marcado aumento de la introspección emocional junto a una mayor tendencia a mirar hacia atrás con nostalgia y a mirar hacia delante con aprensión.
-los jóvenes no solo se vuelven cada vez más capaces de considerar las consecuencias a largo plazo de sus acciones, sino que también tienden a pensar en dichas consecuencias más en términos de su propio sentido de la responsabilidad y con mayor conciencia de los efectos de sus acciones para otras personas.
-hay avances en la capacidad de los niños de rememorar acontecimientos, de recordar el momento en que han pasado las cosas, de entender las preguntas y de resistirse a la influencia de los adultos.
-hay disminución en la sugestiónabilidad y susceptibilidad de los niños a la manera en que los adultos les preguntan les haga cambiar de opinión.
-importantes cambios evolutivos en la capacidad de los niños para sentir culpabilidad y vergüenza.
-la culpabilidad supone la apreciación de la responsabilidad por consecuencias negativas resultantes de actos, bien de comisión, bien de omisión.
-la vergüenza se asocia con sentimientos  negativos sobre uno mismo sobre la base de una autopercepción de ser indigno o malo.
-hay pruebas de que la capacidad de los niños de expresar la culpa aumenta con la edad.
-los niños pequeños se dan cuenta, desde luego, de cuando han hecho algo malo, pero la manera en la que piensan en ello varia conforme crecen.
-los mayores son capaces de utilizar principios internos de justicia y se preocupan por las victimas y por las malas acciones, mientras que los niños pequeños tienden a estar más regidos por el miedo al castigo si son descubiertos.
-los años de la adolescencia constituyen asimismo el periodo de edad en que se producen marcados cambios en los trastornos emocionales.
-los trastornos depresivos  se hacen mucho más frecuentes a esta edad. Perdidas reiteradas de todo tipo.
 -los índices de suicidios y de intentos de suicidio aumentan espectacularmente.
-es probable que las razones del aumento sean complejas y en cualquier caso se comprenden  insuficientemente, es probable que parte de la explicación se encuentre en los cambios relacionados con la edad  que tienen lugar en la capacidad de los jóvenes para experimentar la culpabilidad y echarse la culpa a sí mismos y con su propensión a pensar en las consecuencias a largo plazo de sus acciones y su situación vital.
- los avances en las capacidades intelectuales y en emociones se derivan en parte al continuo desarrollo cerebral (que se alarga hasta bien entrados los años de la adolescencia) y en parte de la experiencia de la vida.
-durante la adolescencia tiene lugar también la importante transición biológica de la pubertad, junto con los constante cambios hormonales que supone y sus implicaciones en la conducta y los sentimientos.
-no hay una edad única a la cual se pueda decir que el desarrollo físico y mental haya llegado a la madurez. Además hay notables diferencias en cuanto a la sucesión temporal.
-esta variación es extremadamente evidente con respecto a las principales diferencias en la edad a la que los jóvenes llegan a la pubertad, pero esto es característico de todos los aspectos del desarrollo.
-en consecuencia, cualquier decisión sobre cómo hay que tratar a los jóvenes debe tener en cuenta esta variación individual.
-los niños y adolescentes tienen una capacidad menor, en comparación con los adultos, para pensar en términos de las consecuencias a largo plazo de sus acciones, de reflexionar sobre su conducta y sus efectos sobre los demás y para experimentar sentimientos de culpa.
-es justo decir que es habitual que la mayoría de los jóvenes se vean implicados en algún momento en una conducta no permitida legalmente, por ejemplo, beber por debajo de la edad permitida, hurtos menores en tiendas, comprar cigarrillos o experimentar con drogas blandas.
-no es infrecuente que los jóvenes tengan problemas con la policía por conductas de este tipo, aunque la mayoría de los que lo hacen  tienen solo un contacto informal o pasajero.
-una importante minoría  de jóvenes, sin embargo, llegará a tener antecedentes penales en algún  momento de la adolescencia.
-solo si observamos en un continuo la conducta infractora obtendremos mas información con respecto a las diferencias entre infractores y no infractores.
-la reciente investigación sobre diferentes tipos de conducta delictiva y coincidencias con otros problemas está empezando a hacer pensar que determinadas distinciones (edad, hiperactividad, f. riesgos v/s protectores etc) categóricas pueden ser útiles. No falta sin embargo la polémica en torno a estas   distinciones.
-la mayoría de los delincuentes juveniles tienen solamente unas pocas condenas; esta ampliamente aceptado que los pocos que son muy reincidentes representan una elevada proporción de las infracciones (85%).
-en los reincidentes se observa problemas educativos, niveles de integración social bajos, rupturas familiares, historia en centros de menores, dificultades evolutivas, entre ellas hiperactividad.
-es totalmente inverosímil que los efectos genéticos actúen directamente sobre la delincuencia.
-no hay ningún gen del crimen ni es en absoluto probable que se pudiera llegar a encontrar.
-no es solo que la conducta antisocial esté social y legalmente definida, sino que, los efectos genéticos sobre unas conductas determinadas por una multiplicidad de factores actúan de manera pirobalística (esto es, los efectos incrementan la probabilidad de que estas conductas tengan lugar, pero el hecho de que se produzcan o no realmente dependerán de una serie de otros factores).
-la investigación genética molecular (es decir, la que trata de identificar genes reales por medio del análisis de ADN) indica que es probable que la mayoría de los genes “de proclividad” sean variaciones normales y no mutaciones anormales.
-los genes que contribuyen a una mayor o menor tendencia a desarrollar una conducta antisocial son variaciones de unos genes que todos tenemos, no son genes enfermizos.
-las características  que tienden a llevar a una mayor probabilidad de conducta antisocial se denominan  dimensiones de riesgo y las que van asociadas  a una menor probabilidad, dimensiones protectoras.
-las dimensiones podrían aplicarse a características temperamentales o de la personalidad que suponen un mayor riesgo de conducta antisocial.
-las personas no heredan los ataques cardiacos como tales, sino que poseen características de riesgo( como un elevado nivel de colesterol o la tendencia a una presión sanguínea alta) que en parte tienen influencia genética pero en parte también la del entorno.
-al hablar de características de riesgo es necesario apreciar que la mayoría de los riesgos no son intrínsicamente malos.
-el que un rasgo concreto actúe como factor de riesgo o protector dependerá con frecuencia de las consecuencias que se consideren.
-la elevada ansiedad o inhibición en la conducta es un factor de riesgo de un trastorno de ansiedad pero un factor de protección contra la conducta infractora.
-se deduce que los factores genéticos pueden actuar como protección, además de a través de rasgos  de riesgo.
-por ejemplo, muchos individuos asiáticos  tienen una reacción al alcohol de enrojecimiento, genéticamente influida; esto es muy desagradable y sirve para protegerlos del alcoholismo.
-un punto que guarda relación con este es que hay muchos genes que participan en la propensión a los rasgos de factores múltiples , es decir, rasgos debidos a la combinación de muchas influencias diferentes, y que en ocasiones pueden requerirse una combinación concreta de genes que actúen sinérgicamente , es decir, potenciando cada uno los efectos de los demás.
-todos nosotros tenemos probabilidad de portar genes de proclividad a algún rasgo o trastorno indeseable.
-puede que no desarrollemos el trastorno porque poseemos solamente algunos de los genes relevantes.
-hay una larga historia de investigaciones que tratan de demostrar el posible papel de las complicaciones obstétricas/perinatales en el desarrollo psicológico de los niños.
-no hay dudas de que, en ciertos casos, un peso al nacer muy bajo una gestación excesivamente corta puede asociarse con una lesión cerebral conducente a páralalisis cerebral o retraso mental.
-en una época se tendía a atribuir el daño a lesiones en el nacimiento, pero desde entonces se ha visto claramente que, en la gran mayoría de los casos, el daño no se produce en el trascurso del nacimiento. Por el contrario, el daño se deriva habitualmente o bien en circunstancias que tienen que ver con el útero o bien de una hemorragia y sus secuelas durante el periodo neonatal.
-es evidente que muy pocos delincuentes padecen trastornos manifiestamente discapacitante, tales como parálisis cerebral o retraso mental, que pudieran derivarse de daños obstétricos/perinatales.
-hace mucho que se sabe que es perfectamente posible padecer una lesión cerebral concreta que no aparezca en las anormalidades neurológicas que se pueden detectar necrológicamente.
-se supone, que sí las complicaciones obstétricas/perinatales conducen a claros y manifiestos trastornos discapacitante en algunos casos, tiene que haber otras lesiones de grado menor que no pueden ser detectadas por un examen medico ni por un EEG.
-no obstante, aunque no se puede utilizar una historia de complicaciones obstétricas para deducir una disfunción cerebral minima en la persona concreta, se podría pensar que, al menos a nivel de grupo, si se puede demostrar que las complicaciones obstétricas son mas habituales en los antecedentes de los infractores. Podría resultar probable que alguna forma de disfunción cerebral tuviese alguna contribución en algunos individuos.
-esta bien establecido que muchas complicación obstétricas son más habituales en mujeres de ámbitos de alto riesgo desde el punto de vista psicosocial.
A menos que la investigación examine los posibles efectos de confusión de estos riesgos psicosociales, hay un considerable peligro de que unos riesgos que de hecho se derivan de adversidad psicosocial puedan seer equivocadamente atribuidos a una lesión cerebral obstétrica.
-algunas investigaciones señalan que las complicaciones obstétricas no están asociadas a delincuencia adquisitiva, sino mas bien, van asociadas a la delincuencia violenta.
- no es posible sacar ningunas conclusión firme sobre el supuesto papel causal de la lesiones cerebrales derivabas de complicaciones obstétricas.
-esta desde luego claro que dicha causalidad es totalmente improbables la mayoría de los casos de delincuencia, pero no se puede excluir por completo las posibilidad de un papel potenciador en el caso de algunas variedades de conducta antisocial (delito con violencia).
-hace mucho que se sabe que los delincuentes, en especial los reincidentes, tienden a tener un CI ligeramente inferior a los no delincuentes.
-la diferencia no es trivial, cerca de 8 puntos  en general, aunque el CI medio de los delincuentes está, no obstante, dentro del registro medio.
-algunos hallazgos empíricos de estudios epidemiológicos  y longitudinales más recientes han confirmado ampliamente la realidad y solidez de esta asociación.
-durante mucho tiempo se dio por supuesto, sin comprobación, que los delincuentes tendían a tener un CI inferior porque a menudo procedían de hogares socialmente desfavorecidos.
-ahora esta claro que no es así. Numerosos estudios han demostrado que el CI (inferior) va asociado con la delincuencia incluso después de tener en cuenta el medio social.
-es decir, la relación entre clase social y delincuencia se debilita mucho al tener en cuenta el CI.
-lo mismo reaplica al ámbito, más amplio, de las asociaciones entre CI y perturbaciones de la conducta.
-se puede deducir sin temor a equivocarse que la asociación con el CI (con la delincuencia) no está en función de la clase social.
-los efectos del CI sobre la delincuencia están estrechamente relacionados con la hiperactividad y con los problemas de la atención.
-se observa que el déficit cognitivo se presenta especialmente en las capacidades verbales y las funciones que tienen que ver con la planificación y previsión.
-un niño que presente un CI de 100 tiene una mayor probabilidad de mostrar conducta antisocial que otro que tenga un CI 130.
-en todo tipo de situaciones sociales, las personas tienen que procesar los estímulos y la intención social y después seleccionar las respuestas apropiadas.
-se ha indicado que los niños antisociales están quizá menos capacitados en estos aspectos de “inteligencia social” y por ende tienen más probabilidades de comportarse de maneras inapropiadas.
-es posible (aunque hasta ahora no esta demostrado) que las deficiencias cognitivas que incrementan el riesgo lo hacen porque suponen alguna deficiencia en la detección intención-estimulo o en la planificación previa al decidir cómo responder a los desafíos sociales..
-alternativamente, podría ser que la deficiencia cognitiva cause riesgos no porque suponga una deficiencia intelectual, sino porque sucede  que el bajo CI está asociado a impulsividad e hiperactividad.
-numerosos estudios han puesto de manifiesto que los delincuentes reincidentes difieren de los no delincuentes en sus rasgos de personalidad, estas diferencias figuran de manera señalada en algunas teorías psicológicas.
-algunas de las conclusiones de las investigaciones están, sin embargo, abiertas a la objeción según la cual una serie de supuestos elementos de la personalidad se refieren explícitamente a la conducta antisocial.
-algunos autores han sacado solamente conclusiones provisionales  acerca de la importancia de los rasgos de personalidad diferente de la hiperactividad.
-la investigación actualmente gira en torno a: 1. si hay asociación entre delincuencia y rasgos de personalidad 2.cuando tempranamente en la vida se puede identificar los rasgos predictivo de la personalidad 3. si estos rasgos tienden a ir asociados con variedades concretas de la conducta antisocial y 4. el grado de especificidad de las asociaciones.
-se asocia con la delincuencia un débil autocontrol o una elevada impulsividad, así como una emotividad negativa, en el sentido de una marcada tendencia a estar enojado, ansioso o irritable.
-se ha observado (estudios longitudinales) el ser problemático o difícil de manejar a la edad de 3 años predecía la actividad delictiva a la de 11 años.
-se ha observado (estudios longitudinales) que la falta de control, (un factor que combinaba debilidad emocional, inquietud, el no poder mantener la atención por periodos prolongados y negativismo, que se creía que reflejaba una incapacidad para modular la expresión impulsiva)  era la dimensión más marcadamente asociada con la conducta exteriorizadora ( en el sentido de perturbadora y antisocial) tal como se manifiesta a las edades de 9 a 15 años. Este rasgo muestra una importante continuidad con un débil autocontrol y una emotividad negativa tal como se evalúa en la adolescencia.
-han demostrado que la impulsividad (indicada por la inquietud y el exceso de actividad) en niños en etapa de jardín  son el mejor predictor  de la delincuencia a la edad de 13 años.
.la baja ansiedad y la baja dependencia a la recompensa muestran asociaciones más débiles con la delincuencia.
-la timidez a resultado paradójica, la timidez es un factor protector, pero, en combinación con la agresividad, es un factor de riesgo de conducta antisocial.
-incapacidad de aplazar la satisfacción.
-falta de planificación, normalmente presentan desorden en aquello, se observa en la época escolar y sus juegos. Planificación es contraria a impulsividad.
-la agresividad es el rasgo de conducta antisocial que tiene mayor más probabilidad de ser predictivo de conducta antisocial, aunque solo sea porque gran parte de la actividad delictiva-incluso la que no supone delitos violentos-tiene un componte agresivo.
 -relaciones deficientes con sus pares la agresión se distingue.
-la relaciones deficientes en la niñez temprana, con sus pares predice conducta antisocial en edades mas tardías.
-rechazo y agresividad tiene la posibilidad de desarrollar conductas antisociales.
-de todos los rasgos de conducta que predisponen a la conducta antisocial, la hiperactividad o falta de atención es la que posee la asociación  mas vigorosa.
-la hiperactividad es visible durante los años preescolares. Va asociada a una conducta antisocial de inicio temprano que tiende a persistir en la vida adulta; se añade menudo un cierto grado de disminución cognitiva general o especifica y generalmente hay una constelación de otras dificultades, entre ellas las deficientes relaciones con sus pares.
-la relación entre hiperactividad y conducta perturbadora o mperturbacion de la conducta se manifiesta habitualmente en la temprana niñez.
-los individuos agresivos tienen estilo distorsionado de procesamiento de la información social, estilo que se caracteriza, entre otros rasgos, por una tendencia a atribuir equívocamente una intención hostil a un acercamiento social neutral o ambiguo, una tendencia a hacer malas interpretaciones negativas (como percibir como maliciosas una tomadura de pelo benévola) y una tendencia a fijarse en estímulos sociales agresivos en detrimento de los no agresivos.
-atribuyen intenciones hostiles porque con frecuencia han sido objeto de una conducta negativa.
-la conducta antisocial a edad más temprana incrementa el riesgo de problemas con el alcohol o las drogas a una edad más tardía, y viceversa. 
- hay bastante evidencia que hijos de padres alcohólicos y adictos tienen mayor evidencia de adquirir conductas antisociales además de otras patologías.
-los  efectos de la ingesta de plomo sobre el desarrollo psicológico han dado por resultado que van asociado a ligeras disminuciones del rendimiento cognitivo, no hay en la actualidad hipótesis concluyentes con respecto a la influencia con respecto a la hiperactividad y en conducta antisocial, se sigue investigando.
-las afirmaciones que atañen a los supuestos efectos de toxinas y nutrientes en la conducta antisocial van mucho más allá de los testimonios; no es probable que tengan efectos importantes. Sin embargo, los hallazgos de la investigación sí confirman que la exposición a altos niveles de alcohol en los primeros meses de la gestación, los niveles moderadamente elevados de plomo en el organismo y los elementos dietéticos sí tiene ciertos efectos sobre la conducta en algunos niños. No es ha sido posible cuantificar su importancia, pero parece probable que desempeñen solamente un papel bastante secundario en la propensión general a la conducta antisocial.
-la bibliografía criminológica temprana argumentaba que los delincuentes reincidentes, quizá  en especial los que cometen delitos violentos, tienden a tener una constitución mesomorfa (fornida, musculosa).
-aunque sigue siendo posible que la constitución física de una persona tenga algún efecto sobre la manera en que se comporta, los efectos son demasiado débiles e inconsistentes como para proporcionar un entendimiento de los procesos causales.
-los androgenos hormonas sexuales masculinas), en especial la testosterona, parecen ser los candatos más prometedores como posibles mediadores biológicos.
-desde por lo menos la temprana niñez en adelante, los niños tienden a ser más agresivos fisicamkente que las niñas.
-la conducta antisocial es varias veces más habitual en los varones y tiende a culminar en la adolescencia, un periodo de edad en la que hay enorme incremento en la producción de hormonas sexuales como parte de los cambios fisiológicos de la pubertad.
-es inestable su producción, puede variar en el día o en la noche su producción.-los niveles de pulsación en los reincidentes son mas bajos que los jóvenes normales, en especial aquellos que se implican en conductas agresivas, el numero de pulsaciones es mas bajo.
-esto se ha interpretado habitualmente como una indicación de los efectos mediadores de una baja excitación autónoma.
-los hallazgos son lo suficientemente sólidos (aunque en modo alguno enteramente sistematicos9 como para deducir que hay una asociación valida y significativa (si bien se trata de una asociación solo moderamente poderosa) entre la baja capacidad de reacción autónoma y la conducta antisocial.
-realizar una acto delictivo supone aceptar riesgos, es posible que un menor nivel de ansiedades condiciones de estrés fomente la aceptación del riesgo.

 Hay una amplia bibliografía basada en investigaciones que abarcan tanto estudios de seres humanos como animales que indica que el sistema central serotonergico participa en la regulación de la conducta agresiva impulsiva.

-la actividad central serotionergica reducida (lo cual significa actividad reducida en los procesos químicos que toman parte en la transmisión de señales en el cerebro) va asociada a la conducta suicida y a la agresividad impulsiva e irritable contra los demás.
-la idea de que la serotonina pudiera tener con esto es atractiva porque se sabe que es un neurotransmisor (sustancia química que toma parte en la actividad del cerebro).
-La hipótesis es que la serotonina actúa como un regulador de este sistema y sirve para inhibir la conducta agresiva impulsiva.
-la consecuencia es según parece que las variaciones en la función  de la serotonina podrían constituir el mediador biológico de las influencias genéticas en la delincuencia violenta.
-seria muy posible que así resultara ser; pero sin embargo, hay cuestiones de medición, conceptuales, evolutivas y empíricas que complican la interpretación de los descubrimientos.
-los testimonios de todos los supuestos mediadores biológicos está claro que hay efectos bidireccionales que se aplican constantemente.
-hay efectos de la fisiología que actúan sobre la conducta, pero es igualmente evidente que las experiencias sociales y el ejercicio de la conducta tienen consecuencias fisiológicas.
-la constitución biológica de las personas “influye” en su proclividad a la conducta antisocial- siendo más decisivas las pruebas en el caso de la capacidad de reacción autonómica y de la actividad serotonergica central disminuida- pero su funcionamiento biológico no es un “dato conocido”.
-las adversidades psicosociales ejercen la máxima influencia sobre quienes además son  portadores de un riego genético. Las diferencias individuales de vulnerabilidad a los peligros psicosociales no se deben enteramente en modo alguno, sin embargo, a factores genéticos; las experiencias desempeñan también un importante papel.
-en niños de alto riesgo un CI más elevado es un factor protector.
-los rasgos temperamentales y otras características de la personalidad.
-dentro de la familia el mantenimiento de una relación estable, calida y armoniosa al menos con uno de los progenitores parece ser protectora en el contexto de la discordia y el conflicto familiar.
-puede que la supervisión de los padres sea protectora, sobre todo en vecindarios que carecen de controles comunitarios.
-las buenas experiencias en la escuela, sobre todo quizás cuando suponen responsabilidad o éxito,  son según parece de ayuda, probablemente a través de su papel de aumentar la autoestima y la propias eficacia.
-un grupo de coetáneos prosocial ayuda a contrarrestar otros procesos de riesgo.
-las experiencias que crean nuevas oportunidades mediante el progreso académico, el cambio del grupo coetáneo o una alteración en las circunstancias sociales pueden dar un paso decisivo.
-parece ser que pueden tener un carácter protector una actitud mental que suponga un sentido de propia eficacia, un enfoque positivo de la planificación  y de la resolución de problemas sociales.
-gran parte del riesgo asociado con características familiares (como la paternidad o maternidad en la adolescencia, gran tamaño de la familia y hogares deshechos) tiene su origen al parecer en la asociación de estos factores con la discordancia familiar y la crianza ineficaz en vez ( por ejemplo) en familias por sí misma.
- de manera similar, la pobreza y la situación social desfavorecida indican mayores riesgos, pero la investigación realizada hasta la fecha hace pensar que los efectos son indirectos y vienen mediados por la depresión de los padres y el conflicto familiar.
-la crianza es, pues, un factor critico de riesgo, La crianza coercitiva u hostil, los malos tratos y la desatención y la supervisión o seguimiento deficiente están asociados con conducta antisocial en el presente y predicen el comportamiento futuro y tienen un efecto inmediato en las formas más graves y persistentes. Los efectos podrían ejercerse potencialmente a través de procesos de reilación (que implican perjuicio del desarrollo social o de la vinculación social a progenitores y coetáneos) o mediante procesos de aprendizaje ( que premian la conducta inapropiada y fomentan patrones de conducta coercitivos).
-la participación en grupos de coetáneos delincuentes hará más probable que se confirmen las predicciones a actuar antisocialmente y a que persista la conducta antisocial. Estos tipos de influencias pueden ser especialmente importantes en aquellos cuya conducta antisocial se inicia en la adolescencia más que en la temprana niñez.
No es sorprendente, dada la mayor probabilidad de unos logros educativos por debajo de lo normal, que se haya demostrado la existencia de vínculos entre el desempleo y la conducta antisocial.
-los niveles de desempleo fluctúan por razones que están fuera del control de los individuos, pero las personas antisociales muestran una mayor tendencia a tener historiales laborales inestables. Además, la experiencia del desempleo puede predisponer a un incremento en la delincuencia adquisitiva en quienes son ya proclives al robo por otras características o experiencias individuales.
-hay que tener precaución al tratar de identificar a quienes pudieran ser resistentes a algunos de estos factores de riesgos. Aunque hay algunos indicadores) p.ej., momentos decisivos, puntuación mas elevada CI en la infancia, etc.), es preciso trabajar mas sobre la resistencia en su manera de desplegarse durante toda la vida.

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